La guerra sucia y las verdades

Si usted cree que ya comenzaron las campañas por la Presidencia de la República, le tengo una mala noticia. No. Lo que hemos estado viendo de algunas semanas a la fecha es ese bizarro periodo de nuestro más bizarro calendario electoral llamado precampañas. Formalmente, las campañas comenzarán en marzo, por ese cuento de que se redujeron para que salieran más baratas. No duran, ni cuestan menos. Pero eso no nos exenta de la enorme publicidad de partidos y pre-candidatos, ni de las campañas sucias en torno de ellos que, sin lugar a dudas, son mucho más útiles y divertidas que la propaganda política de tercer mundo que tenemos. Esas piezas, regularmente alarde de ingenio y trabajo recopilatorio, nos llegan por todos los medios: teléfonos fijos y móviles; correo electrónico, mensajes SMS, WhatsApp, Facebook, Twitter y todas aquellas formas posibles de comunicación. Apenas ayer me llegó, vía WhatsApp, un video de ocho minutos y medio -larguísimo- sobre Ricardo Anaya, seguro candidato del frente PAN, PRD y Movimiento Ciudadano a la Presidencia. Confieso que en un principio pensé que detrás de esa pieza de guerra sucia estaba el PRI, pero me equivoqué. Muestran a Anaya como un joven y hábil político, cosa cierta, de corta memoria y contradictorio en sus posturas. Me sorprendió mucho la capacidad de sus autores para recopilar tanto material y haberse dado el tiempo de rastrearlo, revisarlo, editarlo y difundirlo. Son muchos segmentos en video de entrevistas, debates, discursos y declaraciones de Anaya sobre las reformas, particularmente la energética. Rescato solo dos segmentos. El primero de 2013, muestra a Ricardo Anaya defendiendo, reconociendo, justificando y alabando la reforma energética: “Tan solo en unos meses logramos las reformas que habían sido postergadas por décadas. Telecomunicaciones, educativa, financiera, política electoral y, por supuesto, la reforma energética. Yo no tengo duda, y ustedes tampoco deben tenerla, vienen tiempos mejores para nuestro país y la historia solo confirmará que hicimos lo correcto cuando la reforma energética se traduzca de manera concreta en inversión productiva, crecimiento económico, generación de empleos, soberanía energética y disminuirán en el precio de los combustibles, empezando por el precio de la luz”. Inmediatamente después, otro segmento de Anaya, en 2016, citando titulares de periódicos: “Vuelve a subir la luz. Anuncia Hacienda y CFE alzas en luz y gasolina. Excelsior: Nueva alza a la gasolina. Reforma: Dan sabadazo, suben luz”. Podría seguir citando segmentos de ese video con la misma tónica, Anaya orgulloso de haber aprobado las reformas y luego Anaya, un par de años después, criticándolas ferozmente. Luego, el video habla de que Anaya es el plan B del gobierno para imponerlo como Presidente. Entonces me di cuenta de que ese material de guerra sucia electoral era obra de Morena, porque termina defendiendo a López Obrador. Cosas de la política, pero el que se ríe se lleva. BON APPÉTIT Miguel Ángel Osorio Chong fue garantía de gobernabilidad durante el sexenio de Peña Nieto. En los momentos difíciles no abandonó el barco y salió adelante. Hoy, su mirada está en el Senado de la República. Desde ahí seguirá aportando a México. Alfonso Navarrete Prida llegó a la Secretaría de Gobernación. Es uno de los hombres más cercanos y de mayor confianza del Presidente. En sus manos estará la gobernabilidad de la última parte del sexenio, la elección más grande de la historia del país, el proceso post electoral y la transición al próximo gobierno.   Columna anterior: política, juego de conveniencias