Hace muchos años, cuando el futbol empezó a adquirir una enorme popularidad, surgieron los primeros programas de radio para comentarlo.
En el desaparecido Café Tupinamba se realizaban las peñas futboleras con el legendario locutor español Cristino Lorenzo. Se transmitían a través de la ilustre estación XEW. Ese café de la calle de Bolívar tenía además un marcado acento taurino, pues era centro de reunión de toreros, ganaderos, empresarios y periodistas. Al salir de los partidos del Atlante, los domingos en el Estadio Azteca, mi padre encendía la radio del coche para escuchar la parte final de la transmisión del partido que acabábamos de presenciar. Llenaba el espacio la voz del maestro don Agustín González Escopeta, padre putativo de los prietitos, un hombre entrañable que me ayudó mu- cho en mis inicios. Acompañé a don Agustín a numerosos desayunos en el Sanborns de Cuauhtémoc, donde los sábados se juntaban los jugadores de los años 30, como el catalán José Sangenís, portero del Atlante y el España. Enseguida arrancaba el programa de Pedro Gutiérrez Barragán Fray Pedro de Gubar, y luego la emisión de Chucho Domínguez, quien repasaba todos los resultados de la jornada futbolera. Yo “transmitía” en mi mente mi propio programa de radio, encerrado en un cuarto, para comentar los 10 resultados del fin de semana de nuestro balompié.
En el mismo tono amable y constructivo de aquellos antiguos programas radiofónicos, en 1988 surgió Espacio Deportivo bajo la conducción de Antonio de Valdés y la producción de su hermano Jorge, hijos ambos del legendario locutor don Jorge de Valdés. De casta le viene al galgo y Antonio, voz bien timbrada, inconfundible, conocimiento cabal de varios deportes, carisma a flor de piel, profesional a prueba de todo con una impresionante capacidad de tra- bajo, lleva nada menos que 30 años abriendo el micrófono a las siete de la noche a través de Grupo Acir.
En las inserciones de los periódicos de los primeros años de Espacio aparecía una fotografía de Toño, Eduardo Trelles, Pepe Segarra y yo. Tiempo después se unieron Raúl Sarmiento y Anselmo Alonso. El programa tiene actual- mente una primera emisión vespertina, una propuesta radicalmente opuesta a la nocturna, pues incluye toda clase de albures, música y una espontaneidad jocosa que hace las delicias de los oyentes. Lo conducen Segarra, Arturo Rivera y Alex Cervantes. Me pesa no poder escuchar esa gozada con mayor frecuencia, porque al mismo tiempo (a las 3), estoy al aire en la emisión multimedia de ESPN Radio Fórmula, un noticiero deportivo que lleva once años al aire. Mis primeros recuerdos del impecable trabajo de Toño son las inolvidables transmisiones en TV de los Dodgers de Los Ángeles en 1981. El Gigante de San Pedro de los Pinos no sólo no desmerecía, sino que brillaba al lado de los con- sagrados Pedro El Mago Septién y Jorge Sonny Alarcón. Agradezco mucho a Toño y a Jorge, que desde hace muchos años me sigan permitiendo dar información taurina los lunes y los viernes. Pieza clave de su engranaje es un profesional extraordinario: Lalo Cortés. ¡Enhorabuena!
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