¿Por qué el reclamo?

¡Se equivoca “la chiva loca”! Responden los observadores políticos objetivos e imparciales a los argumentos del senador Javier Lozano en su renuncia al PAN. Eso de que su partido ha perdido rumbo e identidad desde que llegó Ricardo Anaya a la dirigencia nacional del blanquiazul, es falso de toda falsedad, pues esas y otras cositas las perdió el PAN en el gobierno del cambio sin rumbo de Felipe Calderón, en el cual Lozano fue servil, agregan aquéllos. Para quienes lo hayan olvidado, Calderón y su pandilla estuvieron a punto de darle cristiana sepultura al blanquiazul. ¿O ya se le olvidó a Lozano la madriza que le pusieron al PAN en las elecciones del 2009? Madriza que, por cierto, construyó un escenario con repercusiones particularmente adversas para el presidente de la República, para la actividad del Gobierno Federal en conjunto y para varios integrantes del gabinete. Después de esas trágicas elecciones, empezó el bonito espectáculo de deslealtad y traición al presidente de la República por parte de conspicuos panistas: militantes destacados, legisladores, funcionarios en activo y hasta ex funcionarios prominentes como el ex presidente Vicente Fox, recuerdan los mismos observadores. Como secretario de Trabajo en la administración de Calderón, Lozano presumía de lealtad y disciplina, pero porque pensó, ingenuamente, que podría quedar ubicado como claro “presidenciable” para la sucesión 2012 junto con Ernesto Cordero Arroyo. Sin embargo, se impusieron los anticalderonistas y se esfumaron los sueños de Lozano, Cordero, et al. Finalmente Calderón terminó entregando el tesorito, y el PAN empezó a morirse lentamente… hasta que llegó Ricardo Anaya quien en las elecciones del 2015 se desquitó de las moquetizas que el PRI le había puesto a su partido. Antes del proceso electoral del 2015, el mismo senador Lozano declaraba: “Nos va a ir muy bien; el que va a perder más es el PRI, y el PRD se va a fragmentar más”. Este si es poeta y en el aire las compone, perdón, perdón, profeta, pro-fe-ta, le respondieron sus detractores. Por qué entonces hoy el senador Lozano afirma: “En el PAN “presenciamos una auténtica farsa, una simulación; estamos ante la imposición de un joven dictador que, imitando las prácticas que tanto criticábamos en otros partidos, se replican en el PAN con candidez e impunidad”.  Pues porque Anaya y su pandilla le dieron   cuello a Calderón y a su esposa quienes querían regresar… bueno, volver a gobernar. Lo que Javiercito no quiere reconocer es que siempre ha sido un perdedor: Perdió en el PRI, donde terminó como empleado de Dulce María Sauri; y también en el PAN donde tuvo que tragar tubérculo poblano en tantas ocasiones que se indigestó, motivo por el cual se fue del partido. Aunque con esa humildad que siempre le ha caracterizado afirmó: “Me voy del PAN, pero no de la política ni del servicio público… porque no quiero dejar en manos de improvisados, demagogos, populistas, irresponsables, tramposos corruptos, traidores e inexpertos la administración pública”. ¡Eres único mi piel de cebolla! Le gritan sus detractores. AGENDA PREVIA El que parece que “trae el niño atravesado”, es el Procurador de Justicia de la Ciudad de México, Edmundo Garrido.   Columna anterior: Meade y Nuño ¿podrán?