El nuevo bestseller sobre la actual administración americana señala cuatro cosas importantes: 1) Que el actual Presidente tenía como objetivo ganar la fama, no la Presidencia, y que su equipo nunca creyó que tendría éxito. 2) Que el estratega principal, Steve Bannon, cree que la hija predilecta de Trump, Ivanka, es “tan tonta como un ladrillo”, y que el hijo predilecto es un traidor a la patria (por su reunión secreta con los rusos). 3) Que “el ciento por ciento de los que rodean al Presidente” (“sin excepciones”) cree que es mentalmente incapaz para fungir como Presidente. 4) Que las constantes repeticiones del señor de 71 años pueden ser indicios de senilidad.
El autor del libro Fire and fury: Inside the Trump White House es Michael Wolff, un periodista de 64 años que ha publicado en periódicos de circulación nacional, y revistas como GQ. también ha publicado libros, incluyendo una de las biografías más importantes acerca de Rupert Murdoch, el patriarca fundador de Fox News, la cadena de “noticias” de extrema derecha que más aportó para que las elecciones de 2016 resultaran así. Cabe señalar que es ampliamente sabido que Murdoch, a quien el Presidente rinde pleitesía, lo considera un deficiente mental.
En resumen, lo que tenemos es un relato de una Casa Blanca que vive en el caos. Con personas que buscan avanzar en su propia agenda a costa de su país, y con una que otra gente “seria” que hace lo posible para darle contención a quien es, para efectos de madurez mental, “un niño de 8 años”. Es decir, nada nuevo.
La gran tragedia del 8 de noviembre de 2016 fue que todos quienes estaban prestando atención sabían perfectamente que se trataba de un narcisista infantil con tendencias sociópatas. En los años 80, la revista satírica de la sociedad neoyorquina, Spy, consideraba a Trump digno de burla constante y le llamaba “el manitas vulgar” (short-fingered vulgarian). Su egomanía era evidente desde entonces, y se ventaneó aún más con su espeluznantereality show, llamado The Apprentice.
El por qué 46 por ciento de los votantes americanos escogieron a una persona tan escandalosamente impresentable será debatido hasta que dure el trauma (si es que sobrevivimos a sus torpezas bélicas). Sin embargo, lo más trágico es que la principal razón haya sido por los resentimientos, prejuicios, y odios de un pueblo del que esperábamos mucho más. Y dentro de esa manifestación masiva de miseria, el principal motor fue el antimexicanismo, ya que su campaña se puede reducir a tres ejes temáticos: 1) los mexicanos son criminales, 2) construyamos el muro, 3) el TLCAN es el peor acuerdo de la historia.
En México, nuestra generación está teniendo que lidiar con las consecuencias de no haber siquiera intentado refutar las calumnias. El error que cometieron los votantes americanos ya no se puede revertir. El que sigamos siendo partícipes mudos en esta tragedia histórica sí.
Por Agustín Barrios Gómez