El hombre del momento
Nadie sabe si él mismo se lo propuso o no, pero el calderonista Ernesto Cordero se ha convertido en un personaje central en la guerra que declaró Ricardo Anaya contra el PRI y el gobierno. Lo hicieron presidente del Senado sin el aval de "su" partido y ayer fue el primer personaje al que saludó el Presidente Enrique Peña, antes de arrancar su mensaje por el Informe de Gobierno. Además, a la hora de los saludos fue con el que más tiempo se tomó el jefe del Ejecutivo.
La mala nota de Murguía
La que de plano se voló la barda fue la presidenta en funciones de la Cámara de Diputados, la panista Guadalupe Murguía. Se le olvidó que, antes de representar a su partido, representa a los 500 integrantes de la Cámara baja y no asistió a la ceremonia del 5o Informe de Gobierno. Recibió ordenes de Ricardo Anaya de hacerle al vacío al Jefe del Ejecutivo, para que mejor lo acompañara a él porque anda muy apurado afilando la guadaña contra Roberto Gil y Ernesto Cordero.
Del protocolo a la chamba
Apenas terminó el mensaje por el Informe de Gobierno, el Presidente Enrique Peña subió a todo el gabinete, excepto el secretario de Salud, José Narro, al avión presidencial para que se pusieran en mangas de camisa y lo acompañaran a Los Cabos, a atender a los damnificados por la tormenta tropical Lidia. Que no se diga que no hay voluntad.
Tarde, pero sin sueño
Entre los asistentes al mensaje en Palacio Nacional por el Quinto Informe de Gobierno hubo quienes buscaron la selfie o el saludo presidencial. Pero lástima para Isabel Miranda de Wallace, quien aunque hizo de todo para colarse a la primera fila y tratar de saludar al Presidente, no lo alcanzó.