Por sobrevivencia, en el PRD, y conveniencia, en el PAN, el Frente Opositor no ha muerto. Las dirigencias de ambos partidos, lo mantienen respirando artificialmente, alimentando la idea de que aún es posible, pero conforme avancen los días, se extinguirá. No es pesimismo, pero el Frente chocará con la realidad antes de 2018.
El encuentro en Chihuahua el viernes pasado donde, convocados por el gobernador del estado Javier Corral, participaron Ricardo Anaya, Alejandra Barrales, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Santiago Creel, Emilio Álvarez Icaza y varios más, despertó el entusiasmo de algunos despistados. En realidad lo ahí dicho, no da para animar a los promotores del Frente, al contrario. Una revisión de las ponencias y discursos, deja en claro la incompatibilidad de proyectos y la complejidad para construir una agenda común. Las coincidencias son raquíticas frente a las enormes diferencias.
Los puntos coincidentes siguen sonando huecos. “Un cambio de régimen”, “terminar con la corrupción, “erradicar la impunidad”, “cambiar las reglas del juego”. Puro lugar común. En los NO están de acuerdo y sí, en las negativas es más fácil coincidir. En eso anclan la posibilidad de una alianza. Pero, ¿y en los SÍ?
Las diferencias abundan. Por no hablar de las obvias, en torno a derechos, matrimonio igualitario y aborto, por ejemplo, la parte neurálgica de una plataforma electoral, luce irreconciliable. A menos, claro, que algún partido traicione sus principios y documentos básicos. En lo económico, lo energético, en materia de seguridad, en política internacional… PAN y PRD no solo tienen posiciones distintas, sino encontradas.
-Reforma energética. El PRD ha dicho que buscará dar marcha atrás a la “privatización del sector energético”. Cuauhtémoc Cárdenas habló el pasado viernes de recuperar “el manejo de los recursos naturales por parte del Estado”. El PAN opina lo contrario. Para ellos, incluso, hay que profundizar en la reforma. ¿Cuál sería la postura de un Frente?
-Reforma fiscal. El sol azteca votó a favor de la más reciente reforma a la que el PAN se opuso tajantemente e, incluso, propuso, echar abajo. ¿Cuál sería la posición?
-Seguridad interior. El PAN sacó de los cuarteles al Ejército, el PRD nunca los quiso fuera y los quiere de regreso ya. ¿Qué política de seguridad abanderaría una alianza?
-Política exterior. ¿Cómo jugará México en el contexto global? Hay, por ejemplo, en el caso Venezuela, perredistas que simpatizan con Nicolás Maduro y su régimen. En el PAN les repugna. ¿Qué camino diplomático seguirían?
Y así podríamos seguirle. Son muchos los frentes que tiene el Frente. Y eso que aún no hablamos de los métodos de selección del candidato. Muchos egos en la misma licuadora. Las coincidencias no entran con calzador.
-Off the record
Que no se cristalice, no significa que de él no emanen candidatos. El amago de unión entre PAN y PRD servirá para decantar dos proyectos que sí pueden estar en la boleta: el de Ricardo Anaya, en el PAN, y el de Miguel Ángel Mancera, dentro de las fuerzas progresistas. Ambos alimentan la idea del Frente. Les conviene prolongar la discusión. Ganan reflectores.
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