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'Cupuleros” olvidadizos

OPINIÓN

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Preocupados por la desigualdad, la miseria en la que viven millones de mexicanos; el desempleo, la informalidad, la violencia, la inseguridad, la corrupción  y otros males que afectan al país, los empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) proponen una verdadera reforma fiscal porque la que se hizo en este sexenio no les gusta. Los mexicanos ya no estamos dispuestos a permanecer más en el círculo vicioso de un gobierno que se preocupa por recaudar más, sin ampliar la base de contribuyentes. No podemos seguir exprimiendo a una clase media que da más y más sin recibir a cambio servicios públicos de calidad. No más recursos desviados para que gobernantes corruptos roben a diestra y siniestra y hagan uso del dinero que han robado a costa de los pobres, de los servicios de salud, de la educación, de los servicios más elementales de los mexicanos que viven en la miseria, dijo el candidato a un puesto de elección popular, perdón, Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex. ¡Qué ternura; cuánta solidaridad de los “cupuleros”! Exclamaron los “jodidos”.   Entre las 10 propuestas del dirigente empresarial destacan: Deducción plena de prestaciones laborales; Homologar la tasa de ISR al promedio de los países de la OCDE (24.66%); acreditamiento de la retención del 10% del ISR por pago de dividendos a personas físicas: Para que dicha retención no sea una carga fiscal mayor a la de cualquier otro contribuyente, y con ello se incentive la inversión y generación de empleos.  Redistribución y actualización de la tarifa de ISR a las personas físicas: Para quienes obtengan ingresos de hasta 10 mil pesos mensuales, reducirles de manera significativa su ISR, actualizar y reestructurar la tarifa para lograr una progresividad efectiva. A los “ricardos” mantenerles el gravamen máximo del 35%. Ampliar la base de contribuyentes, reduciendo de manera gradual los gastos fiscales del IVA, sin afectar a los hogares de menores ingresos: Para asignar eficientemente los recursos, protegiendo de manera especial a los sectores más vulnerables, evitando que sean los hogares de mayor ingreso los que aprovechen en mayor medida los tratamientos preferenciales en el IVA. A ver, a ver, Don Gustavo, acaso no se enteró usted que el 27 de febrero de 2014, el entonces secretario de Hacienda, Luis Viegaray, anunció el Acuerdo para la Certidumbre en Materia Tributaria, en el que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se comprometió desde ese día y hasta el 30 de noviembre de 2018, el último día de la administración, para quien lo haya olvidado, a no proponer al Congreso de la Unión cambios en la estructura tributaria. En específico, nada de nuevos impuestos, no aumentar las tasas a los ya existentes; tampoco reducir o eliminar beneficios fiscales o exenciones. Nada de ajustes a la tasas, tarifas y bases del ISR, del IVA, del IEPS. Ustedes, los empresarios, aplaudieron el mencionado acuerdo. ¿O ya se les olvidó?       Columna anterior: Manlio ya no es el mismo