Baby boomers, entrando a la era digital

El perfil demográfico de la población alrededor del mundo se ha transformado, se estima que en las décadas siguientes, la población arriba de 60 años aumentará 56% más rápido que el resto de la población. A pesar del número de adultos mayores, este grupo no se ha incorporado a las nuevas tecnologías. Aunque hay un gran número de herramientas diseñadas para mejorar su calidad de vida, la tecnología en general, no está diseñada pensando en el adulto mayor como usuario. En la actualidad hay gran cantidad de dispositivos tecnológicos diseñados para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Por ejemplo, existen aparatos auditivos con GPS para detectar donde se encuentra quien lo usa, en caso de que las personas se desorienten. Toyota desarrolló robots para ayudar a los mayores a desplazarse; y tapetes de sensores que detectan si alguien deja de moverse en la casa, entre muchos otros. Aunque estos avances ayudan y mejoran su calidad de vida, implican un uso muy diferente a por ejemplo, un adulto mayor con un smartphone, descargando una app o simplemente navegando por internet. Y aquí es donde está el rezago. De manera general, los adultos mayores tienen un nivel de adopción de tecnología menor al del público en general, no obstante, este ha aumentado consistentemente. De acuerdo a Pew Reseach Center, 4 de 10 adultos mayores tienen smartphones, más del doble que en 2013. El 67% de gente mayor de 65 años dice que navega en línea, mientras que en el año 2000 sólo el 14% lo hacía. A pesar de estas cifras, la adopción tecnológica está relacionada con el nivel educativo y los ingresos. Las personas con menor grado de estudios y menores ingresos económicos tienen menor acceso, y viceversa. Por lo que la desigualdad y pobreza son barreras a las que se les suma la edad. Muchas cosas que damos por hecho, como la facilidad de usar pantallas táctiles, se dificultan con el paso de los años. Conforme envejecemos, los nervios de los dedos se vuelven menos sensibles, por lo que la presión de su mano puede ser mucho mayor. O, el temblor de manos puede hacer que una pantalla confunda el toque con un intento de deslizar, por lo que un número importante de compañías en China y alrededor del mundo se han percatado de estas necesidades y ya están desarrollando dispositivos que toman en cuenta las características que acompañan la edad. Si deseamos que la tecnología incluya cada vez más a los adultos mayores, ésta deberá entender a este grupo como consumidor. Además, las compañías no deben perder esta ventana de oportunidad para un grupo cada vez más creciente.   Columna anterior: Educación digital