Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “El Ojos”, será recordado como el capo que logró aglutinar y dirigir la más poderosa y peligrosa banda criminal que se recuerde en la zona metropolitana de la Ciudad de México, tal vez, en toda su historia. Hasta hoy, el Jefe Delegacional en Tláhuac, Rigoberto Salgado, es el principal señalado en la red de corrupción y complicidad que tejió “El Ojos”. Sin embargo, poco se ha publicado de la ayuda y protección que recibió de policías y mandos de la Procuraduría de la Ciudad de México encargados de la vigilancia de la zona poniente de la capital.
Lo que durante muchos años se creyó exclusivo de aquellos estados manchados por la presencia del narcotráfico llegó a la Ciudad de México. Era ilógico creer que el mercado de consumidores de drogas más grande del país estuviera exento de narcomenudistas a gran escala. El enorme riesgo ahora, y que las autoridades no pueden darse el lujo de ignorar o menospreciar, es que en la capital, la zona más poblada del país, donde un capo puede pasar desapercibido más fácilmente, se reproduzcan los mismos niveles de violencia que han padecido durante décadas ciudades como Tijuana, Juárez, Culiacán o Matamoros, por mencionar algunas. Atentados por la disputa de territorios, enfrentamientos callejeros entre narcos o con los cuerpos de seguridad en la zona metropolitana tendrían un altísimo costo en vidas inocentes y una gran repercusión negativa a nivel mundial.
Por eso, es crucial desmantelar la red de complicidades tejida por “El Ojos”, o por cualquier otro grupo criminal. Aceptémoslo. Solo con la ayuda de policías y mandos de la Procuraduría corruptos se puede construir una organización de narcomenudeo como la que controla el poniente de la ciudad. Estamos a tiempo y debemos extirparla de raíz. No hacerlo tendría un altísimo costo y sería una responsabilidad histórica.
En medio de todo esto, quien ‘nada de muertito’ es Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México. Aunque ya cuente los días para dejar el cargo, ya debería estar llamando a cuentas a sus colaboradores para saber hasta dónde se les han infiltrado en la policía y procuraduría mexiquenses. En estos casos, el que calla se convierte en cómplice.
Por lo pronto, funcionarios de inteligencia de la Armada de México siguen ya líneas claras para dar con los protectores y cómplices de “El Ojos” y capturarlos. En poco tiempo se sabrá.
Candado
Por el inédito nivel de competencia electoral que se avecina para el 2018 y el alto riesgo de que el PRI pierda la Presidencia de la República, la próxima XXII Asamblea Nacional de ese partido se perfila como una de las más importantes de su historia. Las negociaciones previas han dado buenos resultados. Lo que sigue atorado es el método de selección del candidato. La clave es ‘piso parejo’. Que militantes, simpatizantes o ciudadanos externos interesados en la candidatura presidencial priista participen en igualdad de condiciones, pero bajo la consulta abierta con credencial de elector, organizada por el INE.
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"El Ojos" debe abrirnos los ojos
Es crucial desmantelar la red de complicidades tejida por Felipe de Jesús Pérez Luna, 'El Ojos', o por cualquier otro grupo criminal