Farsa monumental resultó la encuesta con la que Andrés Manuel López Obrador buscó disfrazar la decisión de su dedito para ungir a la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, como su candidata a la jefatura de Gobierno de la CDMX para la elección de 2018.
Porque hay resultados diferentes de la dichosa encuesta: el pasado jueves, Martí Batres, líder de Morena en la capital y uno de los contendientes escribió tras la reunión en la que se les informó sobre los resultados:
“La información que nos han dado: el más conocido @martibatres (él) y la mayor preferencia @Claudiashein. CS (Claudia Sheinbaum) primer lugar; MB (él) segundo; RMZ (Ricardo Monreal Ávila) tercero”.
Al mismo tiempo Morena filtró a algunos medios un documento que resumía los resultados de la supuesta encuesta en el que, efectivamente, Sheinbaum ganó con 26.2 por ciento, pero con la diferencia de que en ésta el segundo lugar lo ocupaba Monreal, con 21.1 por ciento y Batres quedó en tercer lugar con 17.8 por ciento.
Es decir, la misma supuesta encuesta arroja resultados distintos sobre el segundo lugar. De ahí que Monreal ahora está exigiendo que se transparente dicho sondeo que, dijeron se aplicó a mil 400 ciudadanos.
Porque tiene razón el jefe delegacional en Cuauhtémoc, quien advierte que no es ni un “lambiscón” ni un “adulador”: la opacidad con la que se manejó la decisión no da legitimidad política ni ética a la designación.
Y ésta siendo benévolo, pues bien podría aplicar una dosis de su propio chocolate a AMLO: convocar a un mitin, pedir a los asistentes a mano alzada si quieren que sea candidato a jefe de Gobierno y así postularse como independiente o por otro partido.
Por ejemplo, por Movimiento Ciudadano.
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De a pechito se puso el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, ante sus adversarios… panistas. Resulta que el senador Javier Lozano, priista de formación, panista por decisión y calderonista de ocasión, se rasgó las vestiduras por las declaraciones del líder de su partido respecto a que el blanquiazul está en “franca guerra” con el priismo.
“¿Cómo que estamos en franca guerra contra el PRI? Si con el PRI nos tenemos que poner de acuerdo para sacar adelante la agenda legislativa”, expresó el poblano, quien además se expresó así del chico maravilla: (está) “muy mal y nosotros como legisladores, por lo menos un buen grupo, no pensamos de la misma manera”.
En la sede albiazul atribuyen el cambio de señales a que Lozano ya ve perdida su aspiración a ser candidato del PAN a Puebla, pues todo apunta a que será Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador y aspirante presidencial, Rafael Moreno Valle.
Por eso, dicen, le hace guiños al PRI.
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EN EL VISOR: De nuevo ganó Televisa en la pelea entre Floyd Myweather Jr. y Conor McGregor. El evento transmitido por canal 5 registró la audiencia más alta de la programación sabatina, con 19.89 por ciento del llamado share (porcentaje de televisores encendidos), de acuerdo con cifras de Nielsen IBOPE México. Superó a su competencia en televisión abierta en 8.99 por ciento.
Columna anterior: AMLO y Sheinbaum: historia de complicidad