Ni farsa ni circo

No es una regla, pero ocurre a menudo, principalmente en el deporte. Cuando se tienen elevadas expectativas por un evento, éste termina por decepcionar. Hablando de boxeo, así sucedió recientemente en los combates entre Floyd Mayweather jr y Manny Pacquiao, o Saúl “Canelo”Alvarez ante Julio César Chávez jr. En el primero el filipino subió a pelear lesionado, y en el segundo, Chávez se murió de nada. Por ello insistía en que el combate del sábado pasado en Las Vegas entre Mayweather y Conor McGregor había que verlo con un amplio criterio, con el simple afán de divertirse, principalmente porque no sabíamos qué iba a ocurrir. Y debo decir que no me decepcionó para nada. Pese a que el estadounidense tenía 714 días sin pelear, y a sus 40 años empieza a mostrar algunas señales de la edad al verse ligeramente más lento y recibir más castigo del que está acostumbrado, lo vimos boxear en toda la extensión de la palabra, apegado a un plan, aguardar en los primeros asaltos para fatigar al irlandés, acostumbrado a duelos de 25 minutos en la UFC, y a un ritmo completamente distinto. Y le funcionó, además de cumplir su promesa, que el pleito no llegaría al límite. A partir del cuarto asalto McGregor jalaba aire por la boca, y aunque desde el principio mostró un enorme corazón, impulsado por los miles de irlandeses que hicieron el viaje para apoyarlo, sus limitaciones en el ring simplemente fueron demasiadas, lanzando golpes de burda y primitiva manufactura, conectando en varias ocasiones la nuca de su rival, y acertando apenas en el 26% de las veces, contrastando con el 53% de efectividad de “Money”, que a partir del noveno asalto se apoderó de la pelea, y que finiquitara por nocout en el décimo, su primero desde el 2011 cuando superó por esa vía a Victor Ortíz. De manera que no, para mí no fue ni una farsa ni un circo, aunque eso sí, no convenció al gran público para asistir a la T-Mobil Arena, que tenía que pagar precios exhorbitantes. Acudieron 14,623 personas, 5 mil menos de las que fueron a ver la Alvarez-Chavez jr, y menos también de las que irán a la Canelo-Golovkin para la que ya no hay boletos. El otro dato importante es determinar el número de pagos por evento vendidos. La meta eran los 4.6 millones del duelo Mayweather-Pacquiao, y si recuerdan el combate inició con un retraso debido a problemas en la distribución de la señal a los clientes. Como curiosidad, el día pudo ser perfecto para Mayweather, ahora 50-0, y que se embolsará entre 100 y 200 millones de dólares por la función, de no ser porque horas antes de la pelea un casino le rechazó una apuesta a sí mismo por 400 mil dólares.
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