Turner desvela planes desde Varsovia

Varsovia, Polonia.- Visité el martes aquí la fenomenal fábrica que tiene la empresa mexicana Katcon en este país, y en la que produce convertidores catalíticos con tecnología de punta. Hablé con Bernardo Turner, su director general, quien desde hace siete años se mudó a Polonia para dirigir esta planta, que fue parte de un “paquete” que la familia Turner pudo adquirir cuando su socio Delphi se acogió al Chapter 11 en Estados Unidos, en 2008. En aquella ocasión, además de la planta polaca vinieron también operaciones en India, China, Sudáfrica y Luxemburgo. Katcon se hizo global desde entonces, gracias al TLCAN primero y a la crisis de las hipotecas subprime, que modificó muchas industrias en aquel país, permitiéndole a esta familia regiomontana la adquisición. Bernardo me mostró una nueva instalación que lleva meses preparando. A ella han llegado ya unos cinco o seis robots de soldadura. Son una maravilla. Cada robot es una especie de cabina de metal de unos 18 mts. cúbicos donde de un lado se sienta un operario para colocar los componentes de lo que será un convertidor catalítico (ese “filtro” que llevan los autos para reducir las emisiones contaminantes). En cosa de minutos, el robot da la vuelta a una plataforma giratoria, inicia la inyección de los componentes y sella el producto con una soldadura fina. El robot sube miles de datos a ‘nube’ para comparar la producción contra otras fábricas y generar estadísticas. En octubre estará lista la ampliación de esta fábrica, lo que le permitirá a Turner —quien estará dos años más en Varsovia—, triplicar las ventas desde aquí a todo el centro de Europa. Son metas ambiciosas, como otras más que reveló: “Estamos abriendo dos plantas nuevas en China, una planta en India, y estamos desarrollando una línea de producción en Monterrey para un cliente alemán, Daimler, lo cual ha sido un logro importante porque es un cliente de los más exigentes en la industria, por lo que creemos que siendo proveedores de este icono en la industria automotriz vamos a poder crecer con ellos y también con otros clientes”. Le pregunto a Turner si la exigencia global para reducir gases contaminantes en los vehículos le representa una oportunidad. Dice que sí y no. Sí, porque todo indica que los motores de combustión seguirán ahí durante un tiempo. Pero no, porque ya está tomando tracción el apetito mundial por el vehículo eléctrico. Para ello se prepara Katcon: “estamos diversificando nuestra producción no solo en convertidores catalíticos, sino en productos con materiales avanzados”. Usamos “plástico, papel, cartón y otros materiales reforzados que hacen que el vehículo sea menos pesado y emita menos contaminantes”. BOMBA” en VARSOVIA Sonaron las alarmas. Una sospecha desató la evacuación de nuestra Embajada. Todos a la calle. Al parecer no fue una bomba, sino una “bomba”… yucateca.   Columna anterior: Respirar la esencia del capitalismo