El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, afirmó ante legisladores que pedían su renuncia por “escurrir el bulto” y por todas las estulticias que ha dicho cuando se ha referido al tema del socavón en el “paso de la muerte”, que sería una irresponsabilidad “dejar el barco a media de agua”, lo que provocó que aquéllos lo insultaran y que la sociedad y la opinión le recordarán el 10 de mayo.
Ruiz Esparza debió irse a su casa hace tres años, cuando provocó un “socavón político” con el asunto del tren de alta velocidad México-Querétaro, en donde se sospechaba, nada más se sospechaba, de actos de corrupción de funcionarios de la SCT en la licitación, recuerdan los observadores políticos objetivos e imparciales. Pero por alguna extraña razón, el presidente Enrique Peña Nieto no quiso correrlo.
En aquella ocasión – noviembre de 2014--, Peña tuvo que intervenir y dejar sin efecto el fallo de la licitación. Hábilmente, Ruiz Esparza resaltó que el Presidente de la República “tiene la sensibilidad de que un proyecto tan importante para la sociedad no tenga duda alguna de la transparencia”, por lo que lo más recomendable, decía, era convocar a otra licitación, lo que nunca se hizo, pues prefirieron cancelar el proyecto. Tal vez eso le valió al secretario para conservar el puesto.
Utilizando ese mismo argumento – el de la sensibilidad política--, Peña Neto debería despedirlo, pues cada día que el señor secretario abre la boca para decir estulticias, afecta la imagen del presidente, sugieren varios funcionarios del “gabinetazo”.
Los mismos observadores preguntan: ¿Qué diferencia existe en que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, vaya a “saltar del barco” a fin de año, y que Gerardo Ruiz Esparza deje “la nave a media agua”? ¡Pues el peso! A pesar de que el doctor tiene tres veces más volumen que el secretario de Comunicaciones, éste parece tener más “peso político”, que a estas alturas del partido es lo que más cuenta.
Así las cosas, pues para qué tanto brinco.
AGENDA PREVIA
Dicen los émulos de la “Familia Burrón” que quieren regresar a Los Pinos en el 2018: "Podemos terminar con la corrupción y hemos acreditado en los gobiernos panistas nuestro compromiso para hacerlo a través de la transparencia y rendición de cuentas".
¡Cínicos, sinvergüenzas! Les grita el respetable. ¿Ya se les olvidó que hasta un “monumento a la corrupción” nos dejaron con la construcción de la “estela de luz”, obra que por cierto le asignaron a la empresa GUTSA que en ese entonces estaba inhabilitada?
Dos días redondos para los del PVEM en su plenaria. Primero tuvieron a todos los presidenciables del PRI. Después, al director general del IMSS, Mikel Arriola, quien fue ovacionado por haber conseguido lo que parecía imposible: Sanear las finanzas del IMSS, institución que, en el sexenio de Felipe Calderón, había sido declarada “in artículo mortis” porque no iba a poder cubrir las pensiones ni mantener en operación los hospitales.
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Sábado 14 de Diciembre de 2024