La de Ricardo Anaya, el presidente nacional del PAN, es una familia muy próspera. Las revelaciones publicadas ayer sobre el crecimiento de las propiedades y negocios de la familia política del presidente del PAN son dignas de estudio.
Según los datos, en 14 años el patrimonio de la familia encabezada por Donino Ángel Martínez Diez, el suegro de Ricardo Anaya, creció más de mil 300 por ciento. Es una red de familiares y socios conformada por 15 personas. En menos de tres lustros acumularon una riqueza de 308 millones de pesos, cuando al principio tenían 21. Y de seis inmuebles pasaron a ser dueños de 33.
Por supuesto, Ricardo Anaya comenzó de inmediato su defensa mediática, más no jurídica. Como es su costumbre, se envolvió en la bandera nacional e intercedió con vehemencia por su familia política. Aseguró que se trataba de una infame campaña orquestada desde el gobierno federal para desprestigiarlo por haber ordenado la estrategia panista para evitar que el actual procurador general de la república se convierta en el primer fiscal general de la nación. Dijo que menos de una hora después de haber anunciado la estrategia legislativa del PAN comenzaron las amenazas. Anaya cree que una investigación periodística de esa envergadura se hace en unas cuantas horas o se mantiene guardada en el cajón para publicarla en el momento más conveniente. Además, se auto coloca como blanco de espionaje y persecución desde el poder.
Ojo, Anaya en ningún momento dijo que la información fuera falsa. Lo que dijo, en resumen, fue que ése patrimonio no se construyó al amparo de sus cargos públicos, sino por el trabajo y esfuerzo de su familia política. Ahí está lo interesante. Los argumentos de Ricardo Anaya nos dibujaron a una familia fuera de serie. Una familia ejemplar, capaz de reproducir su patrimonio en más de mil 300 por ciento en pocos años, siempre dentro del marco de las leyes y sin ninguna, ¡ninguna! ayuda del gobierno. Otras familias de abolengo empresarial en México han tardado generaciones para lograr resultados similares. A ese ritmo y con ese talento empresarial, ¿en 15 o 20 años más a cuánto ascenderá la fortuna de la familia política de Ricardo Anaya? En el mismo lapso que ellos multiplicaron varias veces su patrimonio y construyeron un emporio inmobiliario, hotelero y restaurantero, a la mayoría de las familias mexicanas solo les alcanzó para sobrevivir y pagar el crédito hipotecario, en el mejor de los casos.
Bon appétit
Hoy deberá conocerse quien será el candidato de Morena al gobierno de la Ciudad de México. Hoy se revelarán los resultados de la encuesta que nadie conoce pero que, dicen, se aplicó para saber a quién prefieren los militantes. Andrés Manuel López Obrador presume que en su partido sí eligen democráticamente a sus candidatos. El problema es que la democracia en Morena es misteriosa. Nadie sabe si el recuento de la encuesta se hizo con calculadora o con ábaco. En todo caso, ambos se manejan con ‘un dedo’.
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