La definición de la candidatura de Morena a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, que ansía arrebatar al PRD, es más trascendente que este solo cargo, estratégico de suyo para el éxito o fracaso del proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador: perfila también el cambio generacional en ese partido y, desde ahora, un presidenciable para 2024.
Con una encuesta como epicentro formal de la decisión, quien se quede con la candidatura y la jefatura de gobierno tomaría en buena medida la estafeta política de López Obrador, sobre todo si éste no logra conquistar la Presidencia de la República en su tercer intento y aun si lo hace teniendo 65 años de edad.
¿Acatarán Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Martí Batres y Mario Delgado el resultado de la encuesta, levantada el fin de semana y que se dará a conocer el jueves 24? Los cuatro ya dijeron que sí. Inclusive un estratega de Monreal planteó la disyuntiva: “Asumen o se sumen”; si desacatan, se hunden.
Por lo pronto no se prevé conflicto ni ruptura tras el sondeo de Morena, aun si la ganadora es Sheinbaum, jefa delegacional de Tlalpan y secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de López Obrador, y no Monreal, su homólogo en Cuauhtémoc y ganador de la gubernatura de Zacatecas, en 1998, cuando el tabasqueño presidía el PRD.
Pero tampoco hay paz: Monreal filtró el domingo una encuesta de una “Red de Académicos Universitarios” de la UNAM, que lo ubica cinco puntos arriba de Sheinbaum, maniobra que tramó tras una reunión, el viernes 18, en la que Clara Brugada, presidenta del Consejo Estatal de Morena, reveló a los aspirantes que se habían levantado ya dos encuestas y que la del fin de semana era sólo “de refuerzo”.
En la reunión, en oficinas de Morena en la colonia Roma, Brugada expresó a los aspirantes y a Alejandro Rojas, representante de Monreal, que las dos encuestas arrojaron un empate entre éste y Sheinbaum, considerando el margen de error de 3.1% y que, con la del fin de semana, la expectativa era identificar si se rompía el empate para definir al ganador.
El sondeo lo hizo el Comité de Encuestas de Morena, un equipo que ha trabajado con López Obrador desde que fue presidente del PRD, entre 1996 y 1999, y fue creado por el matemático y físico José Barberán. Fue el responsable también de hacer estudios en la jefatura de gobierno y al morir éste, en 2002, lo sustituyó Pedro Valencia García.
Pero más allá de la encuesta, Sheinbaum y Monreal tienen posiciones contrapuestas que involucran a Miguel Ángel Mancera: Él se apartó de la línea política de Morena y pactó con el jefe de gobierno --que lo apoya para blindarse--, mientras que ella padece estrangulamiento financiero de éste, quien tendrá graves problemas si gana.
Y aun con Batres o Delgado, Mancera no tendrá un final feliz: el primero, presidente de Morena, es su tenaz detractor, y el senador es personero de Marcelo Ebrard, quien huyó de México por el asedio de su sucesor aliado con Enrique Peña…
Columna anterior: Cuando Meade fue invitado al “gobierno legítimo” de AMLO