Difícil panorama se avizora para el último periodo ordinario de sesiones del Congreso, pues coincide con el periodo electoral 2017-2018 que culmina con la elección Presidencial, por lo que los partidos representados en ambas Cámaras (diputados y senadores) ya preparan los temas que, seguramente no serán aprobados, pero sí servirán para exhibir a sus contendientes.
Por eso, el líder panista, Ricardo Anaya, encomendó a un político de todas sus confianzas empujar temas que resultan incómodos a sus adversarios, sobre todo al PRI: Fernando Herrera, coordinador de la bancada panista en el Senado.
El legislador por Aguascalientes tiene la encomienda de su dirigente, y así lo expresará en la reunión plenaria que inicia su bancada hoy, de ir con todo por concluir el andamiaje estructural del Sistema Nacional Anticorrupción y completar la reforma al artículo 102 de la Constitución, para evitar que el titular de la PGR se convierta, en automático, en el nuevo Fiscal General de la República.
Herrera, un hombre disciplinado, que ha mantenido la unidad de la bancada y de los pocos que en el panismo aún tienen esa visión del bien del partido por encima del suyo, cabildeará en ese sentido desde todas sus trincheras, incluida la Junta de Coordinación Política.
De hecho, Herrera ya hizo saber a sus contrapartes del PRI-PVEM, PRD y PT la necesidad de discutir ya la minuta de la ley que crea la Fiscalía General de la República y que se encuentra atorada en el Senado.
Siempre bajo la premisa de que primero se proceda a las reformas, al sustento legal, y después se vaya a los nombramientos de quienes encabezarán las fiscalías, con el mecanismo de parlamento abierto y no que se elijan en lo oscurito.
Ahí está el detalle, como diría el clásico, pues esa ruta que propone la bancada panista en el Senado no es del todo compartida por las otras fuerzas políticas, pero más por el priismo, al que pondrían en la encrucijada de ser el dique que atore la designación de los fiscales anticorrupción y General de la República.
Con el consabido costo político y electoral en año de elecciones presidenciales.
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EN EL VISOR: Un paso adelante se pone el ex dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en las propuestas encaminadas no sólo a mantener con vida a su partido ni a recolocarlo como una opción política en el convulso escenario electoral del 2018, sino también para la gobernabilidad del país.
El sonorense enumeró al diario español El País, tres medidas concretas:
1.- Establecer gobiernos de coalición, para dar estabilidad política y facilitara acuerdos.
2.- Que el PRI jubile de una vez por todas al dedazo en la designación del candidato presidencial.
3.- Que el PRI se desdoble hacia la izquierda, como partido progresista y no conservador: “De ahí la importancia de la postulación de un candidato. Si el candidato que resuelva el PRI es de carácter conservador, no laico y gira a la derecha, el PRI perderá su esencia”.
Porque, como él dice, el régimen político está agotado, y se requiere innovar y enterrar viejas prácticas. Columna anterior: La mano de Ebrard se mete al caso Tláhuac