La moneda de Morena está en el aire

En manos de la Comisión Nacional Elecciones de Morena está la aplicación de la encuesta que definirá la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México el fin de semana. El riesgo de cuchareo para favorecer a determinado aspirante, siempre está latente. El tema de las encuestas desata dudas, sobre todo porque han servido de herramienta para la promoción política. Este ejercicio lo controla el partido y Morena tiene dueño. Los morenistas Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Martí Batres y Mario Delgado han desplegado en todos los espacios posibles sus fortalezas y encantos, los opositores se encargan de resaltar las debilidades. Serán mil cuestionarios los que se levanten de manera personal, de éstos, 800 se aplicarán en todas las secciones de la ciudad que han sido preseleccionados por ser de alta empatía con Morena, de fuerte competencia con los otros partidos y opuestas. Los 200 restantes se definirán de forma aleatoria en espacios públicos a población abierta como parques, salidas del Metro, plazas. Habrá preguntas de carácter cualitativo y cuantitativo, para que la combinación permita definir el perfil idóneo para sus objetivos. Lo que busca Morena es que el candidato en la Ciudad de México pueda aportar la mayoría de votos al proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador, 3.5 millones de sufragios son el colchón ideal para compensar desequilibrios en otras entidades. Los equipos de los aspirantes expresan su confianza en el proceso y hay mucha seguridad entre los seguidores de Sheinbaum y Monreal sobre el resultado de la encuesta, a pesar de que ocuparon el segundo y tercer lugar en la votación del Consejo Político, que se inclinó por Batres. “El resultado obedeció a grupos preexistentes”, dice un dirigente morenista, que evita llamarle tribus a las nuevas tribus de Morena. Monreal hizo la última jugada pública para reforzar su mensaje.  Se reunió públicamente con la Comisión Operativa Nacional de Movimiento Ciudadano, encabezada por Dante Delgado; antes ya había convocado a perredistas, petistas, y demás actores para proyectarse como un político capaz de sumar fuerzas de grupos diversos, más allá del voto duro que tiene López Obrador De lado de Sheinbaum hay confianza por la empatía que ha generado la delegada a partir de su destape, sobre todo con los sectores de izquierda porque se identifican ideológicamente. Su apuesta es que en el territorio los simpatizantes de Morena están con su proyecto. La moneda esta en el aire. Se verá si la candidatura se definió por los resultados o el dedito del gran elector.   A LA VUELTA Y para saturarse un poco, el Consejo Político de Morena definirá el sábado las ternas para la elección de candidatos a diputados locales y federales de la Ciudad de México, donde Sheinbaum, Monreal y Batres también juegan sus cartas.   Columna anterior: Horas definitivas para Morena en la capital