Llegaron los tiempos políticos. En 22 días inicia el proceso electoral; comenzaron esta semana las negociaciones sobre el TLCAN; el Presidente Peña Nieto alista su penúltimo Informe de Gobierno; el Tribunal Electoral recibe 105 recursos en contra de un acuerdo del INE que empezará a operar el 8 de septiembre; y por su parte, el Consejo General del INE tomará mañana más decisiones polémicas en la preparación de la elección presidencial de 2018.
Por nuestra parte, la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey cumplió antier 14 años de existencia, y también nos alistamos a dar un seguimiento-acompañamiento a los eventos que vivirá México en 2018. La meta es clara: desde la academia es importante explicar decisiones y procedimientos que conformarán la transformación de México durante el año entrante, en todos los terrenos. Si México ha de cambiar, el debate deberá elevarse para participar responsablemente ante los nuevos retos que enfrenta el país.
Por lo pronto, el Consejo General del INE celebrará al menos dos sesiones importantes antes de que dé inicio el proceso 2017-2018. A los acuerdos anteriores se sumarán decisiones que desde ya generarán polémica. Mañana, por ejemplo, se aprobará el presupuesto que recibirán en 2018 los partidos: 6,788.9 millones de pesos, resultado de las disposiciones que establece la ley y que ingratamente le toca al INE instrumentar. Hace algunos meses, diversos representantes de partidos coquetearon con la idea de reformar la ley para que ese financiamiento fuera menor.
El hecho es que no se logró el consenso debido. Además, el INE anunció que el tope de gastos de campaña para la elección presidencial será de aproximadamente 430 millones de pesos. Se podría concluir, en una interpretación simplista, que al menos seis de los nueve partidos recibirán más del tope para la campaña presidencial. Sin embargo, el financiamiento a los partidos implica tres bolsas, las cuales deberán ser fiscalizadas adecuadamente: (1) el financiamiento para actividades ordinarias; (2) el financiamiento para gastos de campaña; y (3) los recursos para las llamadas actividades específicas. Adicionalmente, los partidos participarán en las elecciones para renovar las cámaras de diputados y senadores y, en caso de no agotar los recursos para campaña, tendrán que devolverlos. En otros tiempos, el IFE tenía la atribución de aplicar un factor que permitiera reducir el monto total del financiamiento a los partidos. Hoy la ley establece que los recursos de éstos no pueden ser tocados ni por el INE ni por la Cámara de Diputados, por lo que el reto para el INE consiste en lograr que con la fiscalización eficiente, los partidos rindan cuentas precisa y oportunamente. Para ello, la Unidad de Fiscalización del INE deberá estar en condiciones de mostrar, peso por peso, factura por factura, cómo se gastarán los recursos el año entrante. Desde el Tec, acompañaremos y comentaremos ese proceso.
*DECANO ASOCIADO DE LA ESCUELA DE GOBIERNO Y TRANSFORMACIÓN PÚBLICA DEL TEC DE MONTERREY