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Cuando Meade fue invitado al "gobierno legítimo" de AMLO

OPINIÓN

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En los días envenenados de 2006 por la imposición de Felipe Calderón en la Presidencia de la República, José Antonio Meade, recién nombrado coordinador de asesores del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, recibió una llamada telefónica insólita. Era de Mario Di Costanzo, el secretario de Hacienda del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador: --Pepe, vente de este lado y yo sí te hago subsecretario, no sólo coordinador de asesores. Meade soltó una carcajada ante la ocurrencia de Di Costanzo y luego, con voz seria, le dijo con afecto: --Marito, siempre hemos estado del mismo lado. Dos sexenios después, unidos por Luis Videgaray, ambos siguen del mismo lado en el gobierno de Enrique Peña Nieto: Meade es secretario de Hacienda y jefe de Di Costanzo, director de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), rota toda relación con López Obrador. No siempre fue así: En 1999, cuando Meade era secretario adjunto del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), el organismo que sustituyó al Fobaproa --creado por su padre, el priista Dionisio Meade García de León--, Di Costanzo fue un adversario como miembro de El Barzón, el movimiento de deudores opuestos al rescate bancario de empresarios, banqueros y políticos. Egresados ambos de economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Di Costanzo fue asesor del PRD en la Cámara de Diputados y negoció con Meade la creación de la Financiera Rural, confrontaron posturas sobre la reforma energética de Calderón y fue cotidiano el debate en los paquetes presupuestales. Cuando Di Costanzo fue diputado federal del Partido del Trabajo (2009-2012) exhibió, en noviembre de 2011, errores en el paquete presupuestal presentado por Meade como secretario de Hacienda, cuando ya había sido avalado por los diputados de PAN, PRI, PRD de la Comisión de Presupuesto, presidida por Videgaray. El receso de una hora, se convirtió en dos días. Esa medianoche, el diputado del PT encontró a Meade sentado en un escalón de la desierta explanada de San Lázaro. Se sentó a su lado. --¿Cómo te diste cuenta que los números no checaban? --Pepe, ya tenemos muchos años tú y yo revisando presupuestos y leyes de ingreso. Tú también te hubieras dado cuenta estando de mi lado. Meade cedió y se aprobó el presupuesto, evoca Di Costanzo, quien lo describe como un funcionario sensible, honesto y dialogante, un perfil que lo hace el mejor candidato que puede tener el PRI. “Es el único que puede dar una buena batalla contra López Obrador”. Tiende, además, equipo propio, se le uniría el grupo de Calderón desplazado por Ricardo Anaya y tiene adeptos en la izquierda: “Cuando llegó a Sedesol, varios del PRD me comentaron que lo verían como un buen candidato”. Y sobre todo, subraya, sería el rival a vencer ante López Obrador: “No lo puede acusar de corrupto”. Apuntes: Meade es más de lo mismo... Columna anterior: El éxito PAN-PRD, solo con un expriista