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Tiraron la toalla los secretarios

OPINIÓN

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Los Secretarios de Defensa y Marina fueron reconocidos por la Conferencia Nacional de gobernadores. El viernes pasado, en una breve ceremonia, les entregaron una placa de cristal como agradecimiento al apoyo que las fuerzas armadas han brindado a los gobiernos estatales en las tareas de seguridad. Hubo aplausos, abrazos, pero sobre todo, discursos. Las palabras más contundentes vinieron de los titulares de las secretarías. Primero habló el General Salvador Cienfuegos, quien agradeció el reconocimiento para los 200 mil soldados que “están día y noche defendiendo a la ciudadanía, en favor de los gobiernos federal, estatales y municipales” sin dejar de apuntar que lo hacen “con marco jurídico y sin marco jurídico”. Después, el Almirante Vidal Soberón lo secundó: “con marco legal y sin marco legal, siempre estaremos cerca de nuestra sociedad”. Luego vino un corto aplauso. No había que ser muy observadores para notar que ambos discursos se dieron con un acento de frustración, en una ceremonia organizada por esos hombres electos en sus estados que ante situaciones donde se ven rebasados, corren a llamar a soldados y marinos. Y muchos de esos hombres que forman la Conago los desairaron.  Al acto en el Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México sólo acudieron un tercio de los mandatarios. Se ausentaron los gobernadores como los de Tamaulipas, Puebla, Veracruz, Chihuahua, Edomex, Coahuila y Nuevo León, donde la intervención de las fuerzas armadas es frecuente. Seguro tuvieron algo mejor que hacer. Y aunque estuvieron el procurador Raúl Cervantes, funcionarios de Gobernación y de Derechos Humanos, no hubo representantes del poder legislativo. Nadie dio por recibido el mensaje dirigido a ellos, los diputados y senadores que mantienen en la congeladora la discusión y aprobación de la Ley de Seguridad Interior que definiría límites a la actuación de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad. Los mandos militares están resignados a que eso no ocurrirá, pese a sus constantes llamados. Por eso, la sustancia del mensaje ha cambiado: con o sin ley, seguirán en las calles, haciendo el trabajo que no les corresponde. El mejor reconocimiento que los gobernadores podrían darle a los secretarios de la Marina y Defensa es dejar de cargarles la mano, crear cuerpos policiacos eficientes y cabildear con sus diputados federales que dejen de darle largas a la discusión del marco legal que se necesita. Eso sería mucho mejor que una plaquita de vidrio. CONTRASEÑA: Morena definió a la encuesta como el método para elegir a su candidato a la Jefatura de Gobierno de CDMX. El consejo local colocó en la terna inicial, como se esperaba, a Claudia Sheinbaum, Martí Batres y Ricardo Monreal. El comité ejecutivo puede inscribir a dos personajes más para incluirlos en los cuestionarios. Un lugar será para Mario Delgado y el otro les gusta para ¿Layda Sansores?   Columna anterior: Queremos ídolo, fabricamos culpables