Hay sentencias –y leyes y reglamentos, por supuesto- que sinceramente caen en el ridículo.
Acabamos de ver un caso.
Es tan, tan, simplón y grotesco, que hasta el líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa –cuyo partido presentó la denuncia- se escandalizó de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de plano pidió que, si tal era la decisión, pues “¡que nos sancionen a todos!”.
La historia es esta: El 3 de abril pasado, los senadores Miguel Barbosa, Humberto Fernández y otros nueve legisladores de Morena y del PT, se tomaron el día (era lunes) para asistir a un evento de Delfina Gómez.
Los priistas los denunciaron ante el Tribunal y el Instituto Electoral del Edomex, acusándolos de violar el principio de imparcialidad, al utilizar un día laborable para acudir al arranque de la candidata de Morena a la gubernatura del estado.
Los senadores argumentaron que ese día no hubo sesión en el Pleno de las Cámaras.
El Tribunal respondió que aunque no hubiera sesión en el Congreso –suelen ser martes y jueves-, de cualquier manera era un día laborable en todo el país y en todo caso, aunque no hubiera sesión en el pleno, podía haber otras actividades en el Senado.
Ratificado la argumentación por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se resolvió sancionar a los legisladores con lo que la ley prevé para el caso: una amonestación pública y, en caso de reincidencia, una multa de dos mil veces de la UMA diaria.
¡Diputados y senadores pusieron el grito en el cielo!
Pero no sólo los del PT y Morena, también los de los demás partidos –empezando por los priistas- porque a fin de cuentas tooodos suelen asistir a las campañas, unas veces en lunes, o en viernes, incluso en días en que pudiera haber sesión.
De ahí la reacción de Gamboa.
El jefe de la bancada del PRI comentó que el Senado haría una revisión de la orden judicial y que, como institución, defenderían a sus compañeros: “Es injusta (la sentencia) y el Senado no debe aplicarla”, diría.
Bueno, pues como este caso, ¡montones!
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EL ESCUDERO DE NARRO.- Pues no, nada de que Pablo Escudero vaya a dejar la Presidencia del Senado para irse a apoyar al doctor José Narro.
Para empezar, nos dicen, no le convendría ni al propio senador del Verde, ni al secretario de Salud, pues –de darse el caso de alcanzar la candidatura priista- desde el Senado hay mayor capacidad de operación.
Lo que sí es cierto, susurran, es que Escudero simpatiza con la idea de que el ex rector de la UNAM pudiera llegar a ser el ungido por el PRI para la Presidencia de la República.
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GEMAS: Obsequio de Claudia Ruiz Massieu sobre las reglas y el método con que los priistas elegirán a su candidato presidencial: “No hay recetas; y menos escritas en piedra”.
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