Cinco películas y 15 años después, por fin le agarré el gusto a Spider-Man.
Debo confesar que cuando se dio a conocer que se haría una nueva versión de este superhéroe, voltee los ojos cual Emoji . Estaba un tanto escéptica ante la idea porque primero me metieron con calzador a Tobey Maguire durante 3 películas y ya que le estaba empezando a agarrar cariño, me lo cambiaron por Andrew Garfield, quien fue infinitamente más carismático que el primero. Él sí me gustaba como Spidey. Dos entregas le bastaron para demostrar su talento y de ahí agarró vuelo para los grandes proyectos que ha conseguido hasta ahora. Y de pronto ¡Pum! ¿Saben qué? Olviden todo lo que les habíamos contado porque ahora sí vamos a reinventar al personaje. ¿Otra vez? ¿En serio? No sean avariciosos, pensé.
Afortunadamente lo que pude ver en Capitán América: Guerra Civil, me dejó muy tranquila. Entendí el rumbo que tomaría el personaje, ahora interpretado por el chamaquito de Lo Imposible, Tom Holland, al verlo cobijado por Iron Man y todo el Universo Cinematográfico de Marvel y eso hizo toda la diferencia. Hoy puedo reconocer a éste como el Spider-Man más empático. Tiene apellido, mamá y papá. Ya no se siente el huérfano de Marvel que no terminaba de encajar. Finalmente los señores de Sony Pictures y Marvel Comics entendieron que tenían que trabajar en conjunto para incluir a este superhéroe a un universo que ya está muy armado y funciona. Los fans lo estábamos pidiendo a gritos. Para mí el mejor momento de Civil War, fue precisamente la integración del arácnido a la historia, misma que continúa en Spider-Man: De regreso a Casa.
La transición entre Civil War y Spider-Man: De Regreso a Casa, es tan suave que ni siquiera se siente como una cinta "nueva" del Hombre Araña. Más bien pareciera que le pusimos pausa a Civil War y la segunda parte, es sin duda, mejor que la primera.
Desde Ant-Man no reía tanto como ahora con este superhéroe adolescente que está en la edad de la punzada y se cree rockstar solo porque tuvo sus 5 minutos de fama al pelear codo a codo con los Avengers, aleccionado por su amigo personal Tony Stark y quien de pronto se da el frentazo cuando regresa a su aburrida y rutinaria vida. A mí que me encanta la oscuridad en este tipo de películas, reconozco que el mayor mérito que tiene el filme, es la falta de la misma, pues no se detiene en contarnos cómo le picó la araña al nerd de la clase y tampoco se complica en darle un background dramático al villano alado interpretado por Michael Keaton. No era necesario. El gran mérito de Spider-Man: De Regreso a Casa, es que dentro de todo, es una cinta sencilla que apela a la regla del "menos es más". Con esta probadita ya muero por ver qué viene en Avengers: Infinity War.
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