El encuentro se dio en el Piso 51 de la Torre Mayor la tarde de ayer. Enrique Ochoa, presidente del PRI, convocó a senadores para pedirles unidad con Peña Nieto. Fueron 31 de 56. Es el primer encuentro de este tipo después de que un grupo inconforme, encabezado por Ivonne Ortega y José Encarnación Alfaro llamaron a la rebelión para impedir que desde Los Pinos se designe al candidato a la Presidencia de la República.
De acuerdo con legisladores presentes, Ochoa habló de que en el PRI hay una “caballada gorda” para precandidatos y que de entre ellos saldrá el mejor. Hay que hacer un trabajo vertical, en sintonía, insistió, con el Presidente, pues además en agosto se realizará la XXII Asamblea Nacional del PRI, el máximo órgano partidista para tomar decisiones fundamentales en la vida interna del partido y para la agenda política nacional.
A algunos no les quedó claro si fue una manera de advertencia para quienes pretendan salirse de la línea de trabajo que se seguirá desde Los Pinos en el proceso, es decir si se suman al otro bando del priismo que insiste en la eliminación de candados para el registro de los aspirantes presidenciales.
Es que además viene otro paquete interesante: la renovación de dirigencias estatales en diversos estados del país y muchos interesados en participar podrían quedar fuera de la jugada.
No es cualquier cosa porque en seis de nueve estados donde habrá elecciones el siguiente año, habrá esa renovación local, y serán los jefes locales del partido los que palomeen candidatos a legisladores y presidencias municipales que por primera vez tendrán posibilidad de reelegirse. Así que la definición y reagrupación se hace más interesante.
En este punto, coincidió un par de senadores fuera de grabadora, se va a calar qué tal le queda la silla de presidente del PRI a Ochoa.
Como se anticipó en esta columna titulada Otro foco ámbar se le enciende a Ochoa, en Chihuahua, aunque ya hubo elecciones y el PRI fue derrotado, dos senadoras y un priista local se disputan la presidencia del partido: Lilia Merodio, Graciela Ortiz y Omar Bazán.
Por eso también destaca la convocatoria de Ochoa a senadores, pues detrás de estos tres aspirantes, en dos casos destaca el respaldo de senadores de peso a su candidatura a la jefatura local del partido, y en el tercer caso tiene metida la mano un ex gobernador, quien ahora está en funciones en el gobierno federal.
Merodio, sin embargo, se queja de que no hay cancha pareja porque ve que el apoyo desde Insurgentes Norte favorece a Bazán. Por eso, la legisladora aprovechó ayer la visita de su jefe nacional para quedarse con él a tratar en corto el tema de la sucesión.
La hora de la verdad le llegó al Presidente del PRI. A ver qué tal conduce en terrenos empedrados.
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ROUND DE SOMBRA. Los Galileos del PRD, a través de Miguel Alonso Raya, llaman a Cuauhtémoc Cárdenas, visto con Movimiento Ciudadano, a que sume sus ideas con el frente amplio que construye el sol azteca con el PAN.
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