Desde Alemania
Por: Cecilia Ponce/Analista
¿Quién llamó a Europa el viejo continente?
Las generaciones nuevas vienen pujantes y la política es prueba de ello.
El contrapeso para la canciller de las crisis, Angela Merkel, no aparece únicamente con Emmanuel Macron, en carácter de media naranja para dar sentido a las políticas de la Unión Europea o en forma de disidencia como la de primer ministro húngaro, Viktor Órban ... sobre todo si se trata de la crisis de refugiados.
A escena ha entrado un joven austríaco: el hasta hace unos meses ministro de Integración y recién estrenado ministro del Exterior, Sebastian Kurz, de 30 años, y ahora favorito para convertirse en canciller federal de la República de Austria el próximo octubre.
Tanto Macron como Kurz apoyan la idea de establecer en Libia los llamados “Hotspots”, para retener ahí a migrantes africanos o provenientes de ahí, sin posibilidad de asilo en Europa y para transportarlas sin riesgos, a través del Mediterráneo.
La ayuda que Italia ha pedido a gritos desde hace años y que el ritmo letárgico de respuesta de Merkel no ha atinado en remediar, ha terminado por mermar la paciencia de muchos. Por ende, la medida que Paris y Viena han señalado se implementaría de ser necesario por la vía nacional (léase con o sin el consenso de la UE) es música para los oídos tanto de Italia y Grecia, mermados social y económicamente por el problema, también al interior de Alemania para el CSU, partido hermano del Demócrata Cristiano al que pertenece Merkel y que gobierna Baviera, puerta de acceso a migrantes.
Según el ministro del Interior austríaco, Wolfgang Sobotka, la pasada conferencia entre ministros del interior en Túnez ya ha dado los primeros resultados, “la estrategia consistirá en fortalecer a las autoridades administrativas libias”, dijo al Kronen Zeitung.
Lo anterior, sumado a la ayuda militar que Austria ha prestado a Italia por medio de su Ministerio de Defensa, con el despliegue de 750 soldados y equipo militar pesado enviado a la zona fronteriza de Tirol, ha posicionado a la nación Alpina en el centro de la política europea. Esto no sólo respecto a la vía mediterránea, sino también en relación a la balcánica, dónde desde hace más de un año Austria -que en los últimos dos años ha dado asilo a más de 150 mil inmigrantes provenientes de
Oriente Medio y África- mantiene controles fronterizos con Eslovenia, Eslovaquia y Hungría, en contraste con Merkel, a quien los enfrentamientos casi diarios con Erdogan tienen muy desgastada
Junto a Macron y Kurz personajes como la atleta Kira Grünberg, de 23 años, que estratégicamente substituirá a Kurz como líder del partido ÖPV, comprueban el pesar de Merkel: que en deporte como en política, la juventud es sin duda, un divino tesoro.