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Energías limpias para un desarrollo incluyente

OPINIÓN

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Por: Maestro Eduardo Calderón/Jefe de la oficina del Secretario de Desarrollo Social Cuando escuchamos hablar de energías limpias, frecuentemente pensamos en tecnología de punta, en sistemas complicados, en grandes inversiones; las vemos lejanas en nuestro día a día. Sin embargo, es momento de cambiar esta visión. Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia no sólo en favor del medio ambiente, sino también de la salud y la economía de las personas más vulnerables. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, debido al uso de combustibles sólidos, cada año más de 4 millones de personas mueren prematuramente en el mundo por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire de sus hogares. El uso de leña y carbón duplica el riesgo de neumonía en la niñez, causa una cuarta parte de las defunciones debidas a accidentes cerebrovasculares y provoca 1 de cada 5 muertes por cáncer de pulmón entre adultos. Estas cifras no pueden ser ignoradas en México, en donde, de acuerdo con datos del INEGI para 2015, 5.2 millones de viviendas ocupan leña y carbón para cocinar, y de éstas, tres de cada cuatro no tienen chimenea. En estos espacios habitan más de 16 millones de mexicanos, de los cuales 4 millones son niños. En el marco de las alianzas estratégicas que ha impulsado el Secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, la Sedesol trabaja con la Secretaría de Energía, la Comisión Reguladora de Energía y diversas empresas del sector privado, en un proyecto piloto de sustitución de leña y carbón por gas LP. Las familias Prospera que utilicen leña o carbón para cocinar y se ubiquen a menos de 2.5 km de una tienda Diconsa, recibirán una parrilla de dos quemadores, un tanque de gas LP, y sus conexiones correspondientes. Estas familias podrán sustituir su tanque vacío por uno lleno en dichos establecimientos, que contarán con permisos de Protección Civil y las instalaciones físicas requeridas. Por su parte, los tenderos de Diconsa serán capacitados en el manejo de los tanques e incidentes, detección de fugas de gas, instalación de equipos y primeros auxilios. A los beneficios en salud de este piloto, se suman también los ambientales y económicos. El cambio de leña a gas LP evita la tala de 10 árboles al año por familia y reduce las emisiones de carbón netas en 67%. Además, las familias podrán ahorrar, ya que actualmente gastan en promedio 240 pesos al mes en leña, y ahora gastarán alrededor de 150 pesos en gas LP, protegiendo la economía familiar en un contexto de liberación del precio de este combustible. Con este tipo de estrategias se rompen percepciones equivocadas. La colaboración del sector público y privado, sí puede crear nuevos mercados, y al mismo tiempo resolver de manera innovadora, problemáticas sociales que afectan la calidad de vida de las personas más vulnerables, con un enfoque sustentable.