Azul

Han pasado casi 20 años del último título de liga para el Cruz Azul, aquél que obtuvieron ganándole al León en el Nou Camp con gol de Carlos Hermosillo

Cobró muy bien el penalti frente a Ángel David Comizo, luego de que este decretara la falta tras una artera sobre el propio veracruzano. Han pasado casi dos años de que la llamada Máquina no liga dos triunfos consecutivos. Así que la presión, quiérase o no, sigue en aumento para una institución que tiene los tamaños y jerarquía para dar más, su historia así se lo demanda. Aquellos años maravillosos en que los títulos caían a granel, a pesar de ser torneos largos, se quedaron en el pasado. Las figuras que cimentaron la gran afición que hasta nuestros días prevalece, fueron jugadores que los fans celestes aún añoramos: Miguel Marin, Kalimán Guzmán, Alberto Quintano, Héctor Pulido, Cesáreo Victorino, Jara Saguier, Fernando Bustos, Horacio López Salgado, Eladio Vera... Sólo por mencionar algunos de la época dorada, cuando a pulso se ganaron el mote de La Máquina Cementera de la Cruz Azul. Eran prácticamente invencibles. Ante esta herencia de triunfos e historia, los actuales cementeros, tienen que lidiar una vez más con todo lo que representa esa grandeza cada vez más añeja. Recién comenzó el Torneo de la Liga MX y el fenómeno de apoyo hacia mi equipo, que ha sido el más bulleado en la última década, producto de la forma en que se han dado sus descalabros, no deja de asombrarme. Hace poco más de una semana coincidí en el Aeropuerto de la CDMX con la salida del Cruz Azul a Tijuana, y fui testigo de cómo una afición respaldo a su equipo en su partida a la ciudad fronteriza donde arrancaron el campeonato, a pesar de todos los sinsabores que se han multiplicado en los últimos tiempos. Ahí estaban apoyando a un equipo que en 19 años les ha dado poco, casi nada. En la actualidad, irle al Cruz Azul se ha convertido en un acto prácticamente heroico, y aquí seguimos los fieles que no cambiamos de camiseta a pesar de todo, los que no abandonamos el barco. Para Paco Jemez, DT de Cruz Azul, el asunto es claro: O concreta algo en este su segundo torneo dirigiendo al equipo o se esfuma su oportunidad. Los tres foráneos que arribaron son Felipe Mora, de Chile; Edgar Méndez, de España, quien ya se estrenó con dos tantos ante Xolos, y Alejandro Faurlín, de Argentina. Llegan a un equipo comprometido a ganar el título, no hay opción. Ya lo dijo El Chaco Giménez: este equipo no está para fracasar. Por lo pronto, el inicio fue bueno, tres puntos de visita a una plaza complicada como Tijuana, el superlíder en los dos torneos recientes. Es alentador. Hoy toca Chivas en casa. Gran oportunidad para ver al Campeón, disminuido por lesiones, y el Cruz Azul debe aprovechar para ligar por fin dos triunfos. El camino será largo. La Máquina, mentalmente, ¿tendrá soporte? El tiempo y el avance del torneo nos darán la respuesta, que esperamos sea positiva. Y que no se piense que "20 años no es nada", como lo canta Carlos Gardel en su tango Volver. Columna anterior: La pelea de tu vida