Haz tu denuncia aquí

Paso Exprés: el otro socavón

El agarrón entre los equipos de Gerardo Ruiz Esparza y Graco Ramírez, achacándole al otro la responsabilidad en la tragedia, será de pronóstico reservado.

OPINIÓN

·
En torno al Paso Exprés, el pleito entre la SCT y el gobierno de Morelos apenas comienza. No lo dicen en público, pero en corto ambas partes se dejan ir como hilo de media. El agarrón entre los equipos de Gerardo Ruiz Esparza y Graco Ramírez, echándose la bolita y achacándole al otro la responsabilidad en la tragedia que dejó dos muertos por “las lluvias”, “una alcantarilla”, “la basura” y “el reblandecimiento del suelo”, será de pronóstico reservado. La historia de la obra está plagada de inconsistencias y apesta a corrupción. Todo mal de principio a fin: el costo se fue a más del doble de lo presupuestado, se entregó a destiempo y se contrató empresas con oscuros pasados y conflictos de interés. Pero ni después del socavón se detiene el errático actuar. Hace dos semanas, tras la tragedia, alguien decidió que el tramo permanecería abierto. Un día después, cambiaron de decisión: abierto para todos menos para vehículos de carga. Después, que siempre no; cierre parejo. Luego volvieron a cambiarla: abierto para todos, pero de manera parcial. Luego se ordenó un peritaje que, se dijo, tardaría 15 días pero a la mitad del periodo dado, el martes pasado, comenzaron las filtraciones: la culpa es del gobierno de Morelos, por el descuido y falta de mantenimiento de la tubería, dijeron en la SCT. Graco reviró: nosotros advertimos desde hace meses los riesgos. En medio del fuego cruzado y con el peritaje a medias, la Secretaría anunció otra obra, un paso elevado de 48 metros de longitud justo en el tramo afectado por el socavón, que tardará 10 semanas en estar listo. El gobierno morelense se enteró por la prensa. Nadie les avisó formalmente. Puros bandazos. Ya exhibida la falta de coordinación, Graco Ramírez fue a Gobernación y acordó con el subsecretario René Juárez “una mesa técnica” –lo que sea que eso signifique- para el 1 de agosto. Lo que se intentaba despresurizara la crisis, evidenció algo inocultable: entre la SCT y el gobierno de Morelos hay un mega socavón. Pero si el actuar de los implicados despierta dudas, los comunicados que buscan dar certeza, generan todo menos confianza. “A fin de garantizar seguridad de usuarios y poblaciones aledañas, el afluente hidráulico requerido en la zona y la pronta reanudación del funcionamiento de la vía, se llevará a cabo la construcción de un nuevo viaducto”, dijo la SCT en un boletín. ¿Quieren decir que el Paso Exprés tal y como está no es seguro ni para usuarios ni para poblaciones aledañas? ¿Cómo deducen eso? ¿Qué no el peritaje estaría en 15 días? Pero si esa parte es confusa, la que sigue está aún más enredada: “se mantendrán abiertos cinco carriles, permitiendo el flujo vehicular en temporada vacacional”. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿es seguro o no? Porque, si no es seguro, ¿cómo es que se mantiene abierto? Y si sí lo es, ¿para qué se realiza otra obra en el mismo tramo? El comunicado es una confesión. El actuar y falta de coordinación, además, retrata ineptitud. Apesta a corrupción. -Off the record A la Asamblea nacional del PRI, en tres semanas, asistirá el presidente Peña Nieto. El candado de los 10 años de militancia para el candidato presidencial, desaparecerá. Se abre la baraja. Columna anterior: Delegado ¿narco?