Volaris tiene un CEO que se ensucia las manos alegre

Hace unos meses me encontré con un señor en el aeropuerto que me gritaba instrucciones para subir rápido al avión, nos presionaba amablemente, porque había retrasos y deseaba que la nave despegara a tiempo, para llegar a la hora prometida. Estaba en la Ciudad de México y, creo, me dirigía a Guadalajara. No estoy seguro porque la verdad hace unos meses bajaba de un avión para subirme a otro, por el ritmo de trabajo que traía encima. Era diferente a los empleados del aeropuerto, traía un traje impecable y un chaleco brillante encima, como los de los hombres que están en la pista dictando instrucciones para mandar las maletas a las bandas de distribución. "Suban por favor lo más rápido posible, se los pido para no atrasarnos, siéntense rápido en sus lugares, si tienen duda de su asiento, de cuál es, yo les digo". Así decía el sujeto en cuestión, y sí, te acomodaba en su asiento si no sabías dónde te tocaba. Facilitaba que esos molestos pasajeros que suben hasta con la jaula del perico se apuraran y te dejaran pasar en el pasillo. Gritaba, pero era amable. Era de madrugada. Cuando dijo soy Enrique Beltranena y estoy para ayudarlos, me sorpendí. Entiendo así por qué esta semana Beltranena salió a decir ante inversionistas que está contento de anunciar que están de nuevo en el camino correcto, a pesar de un mercado muy desafiante y un ambiente geopolítico muy difícil, desde que inició el año. Me queda claro que sabe ensuciarse las manos y poner el ejemplo a sus empleados, no tiene miedo de hacer lo necesario para sacar el avión a flote. Enrique Javier Beltranena Mejicano, director general de Volaris, muestra un gran compromiso con su marca y lucha por ella. Soy testigo. Hace unos días, la aerolínea informó que transportó 4.1 millones de pasajeros en el segundo trimestre de 2017, esto es 11.6 por ciento más que en el mismo periodo de un año antes. Además  reportó ingresos operativos por cinco mil 982 millones de pesos en el segundo trimestre de este año, lo que representó un ascenso de 16.6 por ciento en comparación al mismo periodo de 2016. Los esfuerzos del CEO rinden frutos.   SAGARPA, SOS Algo sucede en el area de comunicación de Sagarpa de Pepe Calzada, en donde Francisco Vallejo nada más no puede controlar los múltiples problemas que se presentan en la dependencia. Un excolaborador de esta área, Abelardo Martín, se convirtió en el estratega mediático de la campaña de Delfina Gómez de Morena; mientras que Abel Magaña fue acusado por lavado de dinero. ¡Vaya control! En el gobierno federal andan molestos con el actual Coordinador de Comunicación, quien lejos de blindar los temas críticos y atender este desorden, se dedica a inventar estrategias que no sirven para nada, aunque entre los integrantes del gabinete reconocen que su logro mayor fue promocionar y posicionar la declaración 3 de 3 de Calzada, lo que contribuyó a sepultar las aspiraciones presidenciales del ex gobernador de Querétaro.
  Columna anterior: Madruguete a industria de publicidad