Haz tu denuncia aquí

Pobreza y Corrupción: ¿Destino Latinoamericano?

OPINIÓN

·
Si algún extraterrestre pudiera mirar al subcontinente latinoamericano desde el espacio, asumo que nunca podría imaginar que ésta fuera una región con tanta pobreza. Latinoamérica es rica en recursos naturales de toda índole y muchos otros elementos que sería imposible enumerar en tan breve espacio. La realidad es que éste ha sido un subcontinente históricamente saqueado y explotado; primero por sus conquistadores y, posteriormente, en la era moderna por malos gobernantes confabulados con intereses particulares con poco o ningún interés en desarrollar sus países en pro del bienestar general. Es altamente contradictorio que a pesar del cúmulo de movimientos sociales habidos en la mayor parte de las naciones latinoamericanas contra dictaduras, autoritarismos, terrorismo estatal y corrupción, se sigan enfrentando estos problemas que son un cáncer para el desarrollo de la región. América Latina enfrenta casos como el de Venezuela, donde un neófito autoritario, elegido antidemocráticamente y sin ninguna filosofía de desarrollo, ha convertido a un país extremadamente rico en uno que se encuentra al borde del colapso económico y social. No es posible que en pleno siglo XXI, un demagogo como Maduro pueda secuestrar y matar de hambre a un país entero, con la promesa de un socialismo tipo Cuba, que a casi sesenta años de la Revolución encabezada por Fidel Castro acusa una gran pobreza en sus estándares de vida, además de una creciente lucha de clases entre la burocracia, sus fuerzas castrenses y el proletariado; una pugna que en lugar de desaparecer se hace cada vez mas pertinaz. Hoy urge a los países latinoamericanos, en general, y México no es la excepción, evitar caer en manos de gobiernos despóticos y mesiánicos tipo el de Nicolás Maduro y llevar a cabo reformas estructurales encaminadas hacia un cambio cultural donde se dé prioridad a la educación, ética, honestidad y valores, a través de los cuales se pueda aspirar a una sociedad más justa e igualitaria que dignifique al subcontinente. La pobreza y corrupción no puede ser la historia y el destino de más de 600 millones de latinoamericanos, que no tienen otra alternativa que salir de sus países a buscar fortuna en otras latitudes, donde son víctimas de vejaciones y discriminación.