El tema de hoy es muy sensible para un importante sector de la población que tiene en adopción y crianza alguna mascota o animal de compañía, en este caso perros. Me queda claro que la gran mayoría de los poseedores de las razas caninas más comunes en México se responsabilizan de su vida y sus cuidados necesarios, pero es triste reconocer que quienes maltratan a estos animales o los entrenan para peleas callejeras, generan un peligro latente que en cualquier momento se puede disparar.
Sucedió el miércoles, Sara, de 3 años, jugaba en el jardín de la casa que su familia rentó en la calle de Museo, en Coyoacán; el dueño de la vivienda era poseedor de varios ejemplares de la raza pitbull. Uno de los perros se salió de la jaula en la que se encontraban encerrados y atacó a la pequeña niña con mordidas en rostro y cuello, la madre y el abuelo intentaron sin éxito desprender de las fauces del animal el pequeño cuerpo de la menor, elementos de la policía llegaron al lugar para ayudarla y minutos después, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, confirmaron la muerte de Sara a consecuencia de la terrible hemorragia provocada por las mordidas.
El abuelo, cegado por la ira y el dolor, intentó arrebatar el arma de cargo de un uniformado para dar muerte al perro que, con sus mordidas había matado a Sara. El dueño de los animales no se encontraba en el domicilio al momento de los acontecimientos y a su llegada fue detenido y los perros puestos en observación por la brigada animal. Existe la línea de investigación de que el dueño de la casa y poseedor de los ejemplares de pitbull los entrenaba para peleas.
Ésta no es la primera vez que algo así ocurre y las opiniones están polarizadas, desde quienes piensan que la culpa es de la familia por dejar sola a la niña, hasta quienes exigen un mayor control en la tenencia de perros de razas peligrosas o agresivas. ¿Quién se mete hoy en el tema canino cuando sabemos que algunos grupos protectores son altamente reactivos a quien los cuestiona? ¿qué debemos privilegiar? ¿a los niños en áreas verdes para que jueguen libres y sin peligro o a los perros para que usen parques y jardines?
Según datos del INEGI en 2015 el 57% de los hogares poseían al menos un perro. La adopción va en crecimiento y es urgente establecer reglas claras en la sociedad para la justa coexistencia entre quienes tienen y no tienen animales de compañía.
Corazón que sí siente
¿Hubo impericia de elementos de rescate y protección civil de Morelos para salvar a los dos hombres que cayeron en el socavón del Paso Express? Ahora se sabe que las máquinas excavadoras sepultaron aún más el auto, lo que les provocó la muerte. Ese día ni el director de Protección Civil Javier Bermúdez, ni el gobernador Graco Ramírez se pararon en el lugar.
Columna anterior: Vivir con miedo