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Senado de pena ajena

OPINIÓN

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¿Ha escuchado o visto los anuncios del Senado de la República estos días? ¡Vergüenza debería darle a los senadores! Como no han dado resultados en los temas verdaderamente trascendentales para México, tienen que anunciar que fomentan el uso de la bicicleta y construyeron ‘ciclopuertos’ y rampas de acceso para sillas de ruedas. Alguien debería decirles que no están en Noruega, Finlandia o Canada, donde atienden esos asuntos porque ya tienen resueltos aquellos de mayor urgencia. En esos países pueden presumir que trabajan en la movilidad, porque ya resolvieron que a los ciclistas no los asalten y los maten o que a las personas en sillas de ruedas les den las terapias que necesitan porque ya no hay funcionarios que se roban el presupuesto para salud, por ejemplo. El actual Senado de la República ha perdido la oportunidad de pasar a la historia con honores y ovación de pie. A este Senado le faltaron tamaños, carácter y estatura democrática. Tal vez usted me reproche diciendo que éste es el Senado de las reformas estructurales y que, por ese solo hecho, merece mención especial. Cierto, pero también es irrefutable que a los senadores les dio miedo la gloria. Cuando el humor social está en su peor momento en, por lo menos, medio siglo. Cuando al país le urge sacar adelante leyes sobre temas tan sensibles como el combate a la corrupción, la impunidad y la inseguridad, los senadores no han sido capaces de responder a su obligación legal e histórica. Les falta estatura democrática. Con mucha pompa se anunció la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, impulsada vigorosamente por la sociedad civil, pero no fue suficiente. Sin Fiscal anticorrupción, ni Magistrados del Tribunal que juzgará precisamente los casos de corrupción que investigue la fiscalía, de poco servirá todo lo demás. Sumemos que los congresos de los estados están también violando la Constitución, porque no han homologado sus leyes e instituciones locales con el sistema nacional de combate a la corrupción. Hay voces optimistas que aseguran que aún bajo estas circunstancias se puede combatir la corrupción. ¿En serio? A mí me parece que solo son buenas intenciones. ¿Es necesario mencionar ejemplos? Los leemos, escuchamos y vemos todos los días en las noticias. Pero hay más. El Senado tampoco ha avanzado en la Ley de Seguridad Interior, tan necesaria. Ha podido más la mezquindad de los partidos y sus políticos que la exigencia ciudadana, de las Fuerzas armadas y las leyes.   Candado ¿En serio quieren a Raúl Cervantes Andrade como el primer Fiscal General de la Nación? ¿Qué no vieron el ridículo que hizo, a través de sus funcionarios, en la primera audiencia contra Javier Duarte? Quien tuvo que salir a dar la cara, otra vez, fue Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación. “Hay que prepararse para poder dar seguimiento a este tema tan importante para la sociedad mexicana, para el Gobierno. La PGR habrá de tomar todas las acciones y entregar cuentas a la propia sociedad”, dijo Osorio.   Columna anterior: De desahuciado a sucesor