Jóvenes prepotentes y violentos, lo de siempre y lo nuevo.

Por: Mario Romo/Director Nacional de Red Familia Hace un par de semanas “todo el mundo” se enteró de la pelea protagonizada por algunos alumnos y ex alumnos de dos colegios particulares durante su fiesta de graduación. No voy a entrar en los detalles que ya fueron discutidos ampliamente en redes sociales y medios de comunicación. Quiero mas bien aprovechar la atención provocada y sacar algunos aprendizajes. Según Joaquin Quintana (quien estuvo a punto de perder a un hijo por la agresión de otros jóvenes) fundador de la asociación Convivencia sin Violencia, en los 13 años de su fundación tienen registro de más de 100 peleas en fiestas de escuelas particulares, a las que habría que agregar la cifra oculta de las secus y prepas públicas. Si bien dice el refrán que nadie “experimenta en cabeza ajena”, debemos preguntarnos qué aprendizajes y oportunidades podemos encontrar ante esta grave situación. Primero este fenómeno no es nuevo, nuestros padres y abuelos en su juventud fueron testigos y tal ves protagonistas de alguna pelea en alguna fiesta, tal ves incluso nosotros mismo vivimos algo así cuando éramos adolescentes. Por supuesto no quiero con esto dar a entender que estas golpizas no son graves o que no se deban tomar medidas para prevenirlas, al contrario, pero para poder aprender de esto hay que ponerlo en su justa dimensión. Por otro lado este fenómeno es nuevo porque ahora la gresca es grabada por alguien que la sube a redes sociales y en cuestión de horas es vista y reenviada por miles de jóvenes en tono de burla y diversión. Lo novedoso también es que ahora somos los adultos quienes les servimos el alcohol a nuestros hijos menores de edad, somos los padres quienes normalizamos y validamos estos ambientes. Tal ves estas dos situaciones inéditas puedan explicar en buena medida el incremento de la violencia entre los jóvenes. Pero qué podemos hacer?, aprovechar cuando ocurre algo así para hablar con nuestros hijos, sin grandes sermones, pero sí provocar una charla en la que nuestros hijos nos digan qué piensan, y nosotros ampliarles su visión para que se den cuenta que son situaciones graves y que pueden provocar consecuencias para toda la vida, y que compartir estos vídeos denigra y lastima no solamente a los involucrados y sus familias sino también a quien los promueve y comparte. Y en cuanto al delito de ofrecer alcohol a menores de edad, CERO TOLERANCIA, simplemente para ellos en fiestas organizadas por nosotros no se les sirven bebidas embriagantes. Al adulto que lo haga se le debe hacer responsable legalmente de lo que ocurra no solamente durante la fiesta sino también de los probables accidentes, muertes y lesiones al salir de esta. Esto es posible pero requiere que los adultos dejemos de sabotearnos entre nosotros, las escuelas deben aprovechar esta crisis para provocar y facilitar una reunión en la que los padres lleguemos a acuerdos mínimos para apoyar colectivamente nuestra autoridad. Se dice mucho que debemos ser amigos de nuestros hijos, hay que madurar y darnos cuenta que amigos tienen varios pero padres solamente nosotros, y tú qué piensas?