Es preciso leer entre líneas. Hace apenas unos días, fue anunciado que el Instituto Mexicano del Seguro Social informaba de la mayor creación de empleos en un primer semestre del año, en la historia de México: más de medio millón. Un video del presidente Peña Nieto completaba el panorama diciendo que “estamos cerca de los tres millones de empleos” y “se han creado más empleos que en cualquier de las administraciones anteriores”.
La cifra es correcta, pero la interpretación está sesgada.
Me explico: en el mismo video de presidencia se ve una gráfica reveladora. Durante el sexenio de Ernesto Zedillo se crearon 2.48 millones de puestos de trabajo. Mientas gobernaba Felipe Calderón, 2.31. En efecto, la cifra actual es mayor, pero el porcentaje respecto de la población, no.
Cuando Ernesto Zedillo dejó la presidencia (sólo por tomar el momento como un ejemplo, usaremos el año 2000) en México había casi 30 millones menos habitantes. La cifra de empleo ha crecido ahora, pero ha crecido infinitamente más la población. Millones de personas que ven cómo sus necesidades siguen insatisfechas y cómo la realidad les golpea la cara. Salud, educación, vivienda, alimentación, vestimenta y todo lo que un trabajo digno debería poder cubrir se les escapan de las manos. Esos trabajos dignos, escasean.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aseguran que el porcentaje de personas que trabajan en la informalidad ha crecido hasta llegar al 56.6 por ciento de la población laboralmente activa. Es decir, personas que en su mayoría no tienen seguro médico, ni ningún otro sistema de previsión social; avanzan hacia un futuro que no les tiene preparado un retiro.
Así, los números oficiales se superponen hasta crear un reporte de “bienestar”, que es ampliamente discutible. ¿Es este el sexenio del empleo? Decirlo utilizando esas cifras, ¿no suena a truco mercadológico?
“Más que cualquier otro indicador económico, el empleo se ve reflejado directamente en el bienestar de las familias”, dice el video en la cuenta de presidencia y nada es más cierto. Como cierto es que mucho, no quiere decir suficiente y que la deuda en materia laboral sigue estando abierta como una herida entre la población de México. Así de sencillo.
OJO CON ESTO
Se acerca la asamblea general del PRI. Ahí se verán temas clave del partido que ve tambalear sus seguridades rumbo al 2018. Y sabremos qué pasa con esas figuras importantes que se han declarado en disidencia (Ivonne Ortega, Manlio Fabio Beltrones). Fue anunciado que el presidente Peña Nieto asistirá. En una encuesta que hice la semana pasada en twitter, en la que hubo 520 interacciones, 75 % de los votantes opinaron que el presidente debería abstenerse de participar. ¿Ustedes qué piensan?
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Viernes 13 de Diciembre de 2024