AMOR COUGAR. Dulce, la grandiosa cantante cuya carrera está cubierta de éxitos musicales, vive días empalagosos de amor junto a su, más joven que ella, nuevo novio. El hombre que ha hecho que el corazón de Dulce vuelva a bombear miel es italiano, varonil, no es un adonis pero sí agradable a la vista, ¡y tiene veinte años menos que ella! El, para los persignados, atrevido romance de Dulce la tiene desayunando, comiendo y cenando deliciosa crostata (no próstata) italiana todos los días. ¡Awwww!
PAUPÉRRIMA AUDIENCIA. Cocineros Mexicanos carece de público. El programa transmitido por TV Azteca no tiene audiencia pese a los recientes cambios que prometían iban a elevar los televisores encendidos. En nada benefició la entrada de la que hace poco se unió a la emisión. Si Cocineros Mexicanos sigue al aire es por cuestiones legales, de contrato, por eso pese a su misérrima audiencia no le han puesto fin.
5, 4, 3, 2, 1. En los próximos días comienza, ¡por fin!, a grabarse la serie de Netflix cuya protagonista es Verónica Castro. Toda la semana pasada ella realizó las pruebas de iluminación, maquillaje y vestuario que utilizará su personaje (la dueña de una florería) durante las varias etapas de la serie. Alfonso Waithsman, el reputado maquillador, va a ser el encargado del arreglo de la estrella. Él forma parte del equipo de confianza de La Vero desde que trabajaron juntos en Big Brother VIP. Desde aquel tiempo el tapatío es su maquillista de cabecera.
VIL AVARICIA. Ha comenzado la guerra entre la viuda de Mario Moreno Ivanova y los hijos de este. La codicia es lo que los ha hecho entrar en combate, pues tanto la avariciosa Aurora Marbez como los cuatro avarientos vástagos quieren administrar lo que el difunto dejó. A mí que no me vengan con choros, ¡a todos los mueve la ambición! Ahora resulta que la mujer que ya no dormía con el que colgó los tenis, jura que él fue el amor de su vida. Ahora resulta que los hijos cuyo padre les resultaba repulsivo (razones de sobra tenían, eso no se los discuto) van a impugnar su testamento. ¡Bola de ambiciosos! Viuda ruin. Hijos codicia.
Gracias por leerme.
Columna anterior: Yuri, ¡falsa predicadora!