De barrendero a millonario. No es el título de una película de Tin Tán, ni de una telenovela vespertina. Es un caso de la vida real. En el municipio de Mérida, Yucatán, el barrendero Rogelio Ek Sulu, a través la “Comercializadora de Servicios Generales EK”, se ganó la fabulosa cantidad de 244 millones de pesos en contratos en un solo año, con el ayuntamiento presidido por Mauricio Vidal Rosal, para trabajos de barrido y mantenimiento de parques y jardines.
La mafia está muy bien armada entre el alcalde, su principal promotor financiero, Héctor González Rosado y el director del ayuntamiento, Juan Carlos Rosell, quienes al amparo del gobierno municipal, son nuevos ricos. Vidal busca suceder a Rolando Zapata en el gobierno de Yucatán, por el PAN, donde su líder Ricardo Anaya no quiere mover las aguas yucatecas alrededor de su amigo Mauricio, envuelto en recurrentes escándalos de corrupción.
Querétaro: El gobernador Francisco Domínguez Servién pidió a los tres poderes austeridad para el ejercicio del 2018, esto en respuesta a la demanda de incremento en el presupuesto, requerido por Consuelo Rosillo Garfias, presidenta del Tribunal Superior de Justicia. Dijo que será en septiembre cuando inicien los trabajos de integración del presupuesto que en diciembre se habrá de entregar a la legislatura y para lo cual, les advirtió a jueces y diputados que no hay suficiente dinero. ¿Y la austeridad del Ejecutivo?
Chiapas: Un sector del PRI en Chiapas inició un movimiento para exigir la salida de su líder, Roberto Albores Gleason, quien se ha perpetuado en su cargo que debió dejar en agosto de 2015. Hablan de un pleito entre priistas, lo cierto es la violación de estatutos que realiza el senador Albores, para “amacizar” la candidatura para el 2018 con el apoyo de Manuelito Velasco, el gobernador chiapaneco.
Zacatecas: Nadie quiere en el Estado ser policía. Los índices delincuenciales crecen exorbitantemente en la zona conurbada de Zacatecas y Guadalupe. Con 150 y 200 respectivamente, enfrentan un déficit terrorífico de policías. Pero el Consejo Estatal de Seguridad Pública que preside Alejandro Tello, supo que los alcaldes Judit Guerrero y Enrique Flores recibieron dinero para contratar 200 policías, pero no lo han hecho. Nadie quiere ser “agente del orden”, por el abandono de sus jefes. ¿Subejercicios en seguridad, para qué?
Hidalgo: La hormona y la Bella Airosa. El delegado de Sedesol, el panista Onésimo Serrano González, gasta recursos públicos viajes con una de sus empleadas dedicada a los comedores comunitarios. Otro despilfarrador es el de la SEP, Raimundo Ordoñez Meneses, quien en redes sociales no tuvo empacho en difundir que le había comprado a una edecán de un programa de TV, unos zapatos Ferragamo de 14 mil pesos. ¿El gobernador Omar Fayad, ya se quejó de sus enamoradizos y despilfarradores delegados con sus jefes, los secretarios Aurelio Nuño y Luis Miranda?
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