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Coahuila, cuestión de criterio

OPINIÓN

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Mañana se estará discutiendo en el Consejo General del INE si se anula o no la elección para gobernador de Coahuila. PAN y PRI aún tienen la posibilidad de presentar firmas donde sus representantes de casilla aseguren que participaron voluntariamente y no cobraron. Hay dos posiciones muy claras y opuestas entre los consejeros. No importa cuál sea la decisión del INE mañana, lo más probable es que el partido afectado decida llevar el asunto al Tribunal. Si esto ocurre, será el criterio de los Magistrados, no los votos, lo que decida quién será el próximo gobernador de Coahuila. De acuerdo con una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el pago a los representantes de casilla deben ser considerados como gastos ordinarios de campaña. Bajo ese criterio, Miguel Riquelme, del PRI, y Guillermo Anaya, del PAN, rebasaron los gastos de campaña. Pero, la clave de todo será la establecer qué tan determinante en el resultado de la elección fue el rebase de los topes de campaña. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 41 dice a la letra: “La ley establecerá el sistema de nulidades de las elecciones federales o locales por violaciones graves, dolosas y determinantes en los siguientes casos:
  1. Se exceda el gasto de campaña en un cinco por ciento del monto total autorizado”. 
El artículo 78 bis de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral también habla de que “Las elecciones federales o locales serán nulas por violaciones graves, dolosas y determinantes… Se presumirá que las violaciones son determinantes cuando la diferencia entre la votación obtenida entre el primero y el segundo lugar sea menor al cinco por ciento. Según la Comisión de Fiscalización del INE, ambos candidatos, Riquelme y Anaya, rebasaron los topes de campaña, pero los Magistrados de la Sala Superior del TEPJF deberán decidir qué tan determinantes fueron los gastos excedentes en el resultado de la elección. Hay un antecedente. En 2003, Fernando Aboytes fue candidato a jefe delegacional en Miguel Hidalgo y compitió contra Agustin Barrios Gómez, candidato del PRD. Ganó Aboytes, pero rebasó los gastos de campaña. Barrios Gómez también gastó más de lo permitido. El asunto llegó al Tribunal, y como Barrios Gómez fue el que más se excedió, los Magistrados decidieron validar el triunfo de Aboytes. El mismo criterio podría utilizarse para las elecciones de Nayarit y Veracruz que también presentaron irregularidades por rebase en topes de campaña. Si el INE y el TEPJF echan abajo triunfos obtenidos con trampas, estarán enviando un mensaje claro y sano para las elecciones multitudinarias de 2018. Candado Hace dos años, Héctor Astudillo se sacó la ‘rifa del tigre’. Ganó la elección para gobernador de Guerrero, un estado históricamente convulsionado y que trataba de asimilar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Hoy, Astudillo sigue enfrentando rezagos añejos, marcados por la pobreza y el escaso presupuesto.   Columna anterior: El Fiscal Anticorrupción, desahuciado