El informe de la OCDE sobre política turística de México sugirió una política más integral, con un enfoque más estratégico y participativo. El desarrollo sostenible es el concepto subyacente, en donde el turismo se convierte en un catalizador efectivo del proceso.
Desde el punto de vista de las localidades turísticas, el desarrollo turístico sostenible implica el logro de una visión integral e integradora de la industria y de la comunidad, incluyendo ecosistemas, grupos sociales, activos culturales tangibles –edificios, vestigios arqueológicos-, intangibles –gastronomía, costumbres, festividades, técnicas artesanales, estilo de vida- así como la identidad y las aspiraciones de la sociedad para la presente y futuras generaciones.
La naturaleza del turismo se distingue de otras industrias en que los aspectos sociales, culturales y ecológicos son componentes integrales del sistema. En países con reconocida riqueza natural y cultural como México, el potencial del turismo es inmenso para generar resultados positivos en términos de crecimiento económico y desarrollo humano. Sin embargo, la cercanía del turismo con la riqueza cultural y ambiental es también fuente de fragilidad, este hecho es clave al estimular el turismo, ya que prácticas insostenibles tienen efectos negativos para la localidad y su potencial de desarrollo.
Un cimiento y componente esencial del desarrollo turístico sostenible es la gobernanza, que se refiere a la manera en que el poder político es ejercido para la administración de los recursos económicos y sociales de las comunidades o países. La gobernanza va más allá de lo que hace el gobierno. De acuerdo con el Banco Mundial, “La Gobernanza consiste en las tradiciones e instituciones mediante las cuales la autoridad es ejercida en un país. Esto incluye el proceso por el cual los gobiernos son electos, supervisados y relevados; la capacidad del gobierno para formular e implementar políticas sensatas y el respeto de los ciudadanos y el gobierno por las instituciones que gobiernan sus interacciones económicas y sociales”.
Para impulsar un desarrollo turístico sostenible en los destinos de nuestro país, la política pública debe fortalecer la gobernanza, particularmente propiciando soluciones concertadas en materia de reordenamiento urbano, fortalecimiento del estado de derecho, la mejora en el uso de recursos y la disposición de desechos en negocios y servicios públicos.
Parte del éxito del programa Pueblos Mágicos es que a través del “Comité Pueblo Mágico” se fortalece la gobernanza. Empresarios, autoridades y líderes locales tienen un espacio para -juntos- diseñar y crear un futuro deseable y posible. Pero la gobernanza es también una responsabilidad individual. Cada uno de nosotros, ejerce una influencia positiva (o no) en el entorno político-social.
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Martes 10 de Diciembre de 2024