Casi desapercibida pasó la multa por 145.5 millones de pesos que impuso la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de Guillermo Haro Bélchez, a Daimler Vehículos Comerciales México, por importar y comercializar 22 mil 826 vehículos nuevos modelos 2015 y 2016 que no cumplen con las normas ambientales mexicanas: se trata de las marcas Mercedes Benz y Smart.
En algún país desarrollado, esto sería un escándalo de proporciones de portada de periódicos y de tiempo estelar en la televisión. Pero esta marca contó con muy buena suerte, pues el anuncio de la multa se hizo el fin de semana, cuando los medios, por lo general, mandan a descansar a sus reporteros y parece que ninguna noticia que valga la pena destacar, sale a la luz.
Parece que tiene mucha suerte esta firma en México que, además de todo, está sin cabeza. El pasado 15 de junio, Daimler México informó a la Bolsa Mexicana de Valores que Ramasami Muthaiyah quien se desempeñaba como Director General de la empresa, asumiría la posición de Director de Finanzas para Daimler Financial Services India a partir del 1 de septiembre de 2017.
"El sucesor del Sr. Ramasami Muthaiyah será anunciado en breve", dijo la empresa, algo que hasta hoy no ha ocurrido oficialmente.
Daimler, de acuerdo con la Profepa, importó y comercializó vehículos de las marcas Mercedes Benz y Smart, año modelos 2015 y 2016, sin obtener y contar previamente con el certificado NOM de cumplimiento ambiental.
"El pasado 1 y 2 de agosto de 2016 la Profepa llevó a cabo visita de inspección a la citada empresa, con el objeto de verificar el cumplimiento de las obligaciones ambientales establecidas en las NOM-042-Semarnat-2003y NOM-079-Semarnat- 1994, en la que se establecen los límites máximos permisibles de emisiones provenientes del escape de los vehículos automotores nuevos y de ruido en planta, respectivamente, Normas Oficiales Mexicanas de cumplimiento obligatorio para los corporativos que comercializan vehículos automotores ligeros nuevos, cuyo peso bruto vehicular no excede los 3 857 kilogramos, como es el caso", explica la autoridad, vagamente.
Y agrega: "Aun cuando estos vehículos obtuvieron el certificado que avala el cumplimiento de los límites máximos permisibles de emisiones y ruido, esta Procuraduría constató que, en incumplimiento a las disposiciones de estas normas ambientales, de enero de 2015 a julio de 2016, Daimler Vehículos Comerciales México, S. de R.L. de C.V., importó y comercializó en el territorio nacional 22 mil 826 vehículos automotores nuevos sin haber obtenido 97 certificados de manera previa a la importación y comercialización, por lo que se emitió resolución administrativa en la que se impuso una sanción económica de 145 millones 498 mil 671 pesos".
Profepa advierte que inspeccionará a toda la industria automotriz del país para asegurar que la misma cumpla con sus obligaciones ambientales. Quiere asegurarse de que todos cumplan con los límites máximos permisibles de emisiones a la atmósfera y de ruido. Algo que los hermosos autos de Daimler no cumplen.
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