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Las consecuencias de la eliminación de la interconexión cero

OPINIÓN

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La discusión del momento en el sector de las Telecomunicaciones se centra alrededor de la eliminación de la tarifa de interconexión cero, sin embargo, poca gente sabe qué es lo que significa y qué repercusiones tendría para nosotros los consumidores. La ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión define la interconexión como una “conexión física o virtual, lógica y funcional entre redes públicas de telecomunicaciones que permite la conducción de tráfico entre dichas redes y/o entre servicios de telecomunicaciones prestados a través de las mismas, de manera que los usuarios de una de las redes públicas de telecomunicaciones puedan conectarse e intercambiar tráfico con los usuarios de otra red pública de telecomunicaciones y viceversa”. En otras palabras, cada vez que una persona hace una llamada de una compañía a otra compañía se hace un cobro por el uso proporcional de la infraestructura del operador al cual va destinada la llamada. El pago por interconexión es una práctica comercial en todo el mundo y la tarifa que se paga por la misma ha ido disminuyendo a través del tiempo y tiende a cero sin llegar a serlo. Sin embargo, en el mundo la libre fijación de las tarifas de interconexión por parte de los competidores es ejercida en condiciones en las que los mercados se encuentran balanceados y en competencia, es decir, cuando los operadores tienen una participación de mercado similar entre ellos. En el caso específico de México, y previo a la Reforma de Telecomunicaciones y Radiodifusión, un solo operador (Telcel) tenía poco más de 70% del mercado lo que generaba que los operadores que representan la competencia (Movistar y AT&T) tuvieran que pagarle interconexión en 7 de cada 10 llamadas que sus usuarios hacían, incrementando significativamente sus costos de operación y a costa de frenar o impedir sus inversiones en nueva infraestructura, tecnología y cobertura. Bajo ese escenario claramente anticompetitivo y como un mecanismo para rebalancear el mercado, en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) se estableció en su artículo 131 que el agente económico preponderante (AEP), en este caso Telcel y Telmex/Telnor no puede cobrar a sus competidores los cargos de interconexión correspondientes a las llamadas que terminaran en su red, mientras que este último sí tiene que pagar a sus competidores por este concepto. Distintas críticas se han referido a esta medida en función de que en ninguna parte del mundo se ha dejado de pagar por la interconexión, sin embargo, en ninguna parte del mundo un solo operador ostenta más de dos terceras partes del mercado. Si realmente se quiere rebalancear el mercado mexicano de telecomunicaciones se tienen que implementar medidas proporcionales a la excesiva concentración que tenemos, como es la interconexión cero. Como consecuencia de la implementación de esta medida asimétrica, los operadores que conforman la competencia disminuyeron sus costos y en razón de ello empezaron a ofrecer paquetes con más servicios en función de minutos de voz, mensajes cortos e internet y sobre todo a menores precios que el operador preponderante. A partir de esto, los consumidores comenzaron a migrar a las redes de estos operadores ya que contaban con más y mejores servicios a precios más bajos. Ahora, a escasos cuatro años de la promulgación de la Reforma y casi tres de la LFTR, plazo en el que la concentración de mercado del preponderante ha disminuido de manera irrisoria, se amenaza con la eliminación de esta medida y no sólo eso, sino también se advierte que los operadores tendrán que pagar de manera retroactiva al preponderante por los años que no pagaron cargos de terminación de llamadas. Si ocurre lo anterior y se le permite al preponderante el cobro de tarifas de interconexión diferentes a cero e inclusive se solicita el pago retroactivo de las mismas, los operadores competidores tendrían que pagar una cantidad alrededor de los mil millones de dólares a América Móvil, lo cual frenaría y retrasaría la inversión en sus redes y los consumidores perderíamos los beneficios que tenemos actualmente en nuestros paquetes (olvídense de las llamadas y mensajes cortos ilimitados o el uso de nuestros servicios móviles de manera gratuita en EUA y Canadá) e inclusive podría llegarse a dar un aumento en los precios de los servicios. Pocas veces como país ejecutamos una Reforma en la cual vemos beneficios medibles y tangibles en el corto y mediano plazos para los consumidores y ahora el interés de un solo agente económico frente al conjunto de los competidores pretende revertirla. Si detenemos en este momento el rebalanceo del mercado nos quedaremos paralizados en el tiempo. La concentración en la cual quedaremos estancados no permitirá la implementación de nuevas tecnologías que a su vez permiten la materialización de muchos beneficios, entre ellos una verdadera democratización del Internet y los beneficios que esto conlleva. Es importante ver a futuro como país y tomar las decisiones correctas ya que, si se elimina la interconexión cero, en menos de cuatro años volveremos a ser ese país caro y atrasado tecnológicamente que nos caracterizaba en el periodo previo a la Reforma.