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Ivonne Álvarez: Corresponder a la confianza ciudadana

OPINIÓN

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Los procesos electorales en México son el medio idóneo, legítimo y legitimado para la renovación de los puestos de elección popular, que como su nombre lo indica, emanan de la confianza y voluntad del pueblo. En las últimas décadas, hemos alcanzado notables e incuestionables avances en la materia, prueba de ello son procesos con mayores controles, mecanismos e instrumentos de transparencia. En lo que representó un capítulo más de la vida democrática de nuestro país, el pasado 4 de junio seis entidades federativas celebraron elecciones, de las cuales cuatro fueron ordinarias (Coahuila, Nayarit, Estado de México y Veracruz) y dos extraordinarias (Oaxaca y Tlaxcala). Aunque en algunos casos los resultados fueron muy cerrados, cuentan con absoluta veracidad y certeza en virtud de que encuentran su legitimidad en un sólido andamiaje jurídico, político e institucional en materia electoral. Coahuila, Nayarit y el Estado de México, donde viven 20.3 millones de personas, equivalentes al 17% de la población total del país, realizaron elecciones para gobernador. La ciudadanía fue parte importante de este proceso electoral. Más de 238 mil ciudadanos recibieron capacitación por parte del INE y el 4 de junio, más de 135 funcionarios de mesa directiva de casilla recibieron, contaron y registraron los votos que se fueron a emitir con orden, paz y sin ningún tipo de coacción.
De acuerdo con los datos preliminares, destaca el incremento de la participación ciudadana en la jornada electoral, prueba de ello es que en el Estado de México pasó de 46.15% de la lista nominal en 2011 a 52.5%; en Nayarit de 61.7% a 62.37%; en Coahuila se mantuvo práctiamente en la misma proporción (62% frente a 61.45%); y en Veracruz lo hizo de 41.92% en 2013 a 57.28%. La ciudadanía estuvo a la altura de las circunstancias y ahora corresponde a partidos políticos, candidatas y candidatos hacer lo propio, reconociendo la vo- luntad expresada en las urnas. No obstante, desde que las autoridades electorales dieron a conocer los resultados preliminares, se han presentado un sinnúmero de declaraciones y a rmaciones por parte de quienes no se visualizan como triunfadores, pues no sólo cuestionan a los candidatos que encabezan las preferencias, sino también a las instituciones del Estado mexicano que durante años hemos construido. En democracia resulta incongruente sólo aceptar los triunfos y desprestigiar las derrotas; tampoco es aceptable promover discursos que desinforman, confunden o confronten a la población. Hay que dejar claro que la voluntad de los ciudadanos no puede negociarse. El desarrollo de la jornada electoral, así como el Conteo Rápido, el PREP y los Cómputos Distritales, constituyen un ejercicio transpa- rente y objetivo, que han abonando a la consolidación del sistema político-electoral mexicano y con ello al fortalecimiento de nuestra democra- cia. El contexto económico y político en el que nos encontramos inmersos y los retos que impone el Siglo XXI, exigen que actuemos con responsabilidad para corresponder a la confianza ciudadana.   *Senadora PRI
@alvarez_ivonne