Desbordado optimismo hay en el equipo de Alfredo del Mazo, por la ventaja electoral que obtuvo el pasado domingo en la elección para gobernador del Estado de México. Hay entre sus cercanos quienes incluso lo ven ya como una carta fuerte para las presidenciales del 2024.
Su lógica es la siguiente: obtuvo un millón 955 mil 347 votos, según el PREP, que si bien son más de un millón menos de los que logró en 2011 Eruviel Ávila (tres millones 18 mil 588 votos), son ligeramente superiores a los conseguidos en 2005 por Enrique Peña (un millón 801 mil 530).
Además, iniciaría su gestión con 40 diputaciones locales y 38 federales del PRI, y 93 de 125 municipios de la entidad gobernados por su partido, contra 16 del PAN y 11 del PRD.
Y dicen los más volados: si a Peña le alcanzó con menos votos que a Del Mazo para ser Presidente de la República, ¿por qué no a ellos?
No entienden que no entienden, diría el clásico.
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Una sola salida decorosa ven integrantes del PRD para la dirigente del PRD, Alejandra Barrales, quien ni siquiera se pudo atribuir los buenos números que logró el candidato del sol azteca al gobierno del Estado de México, Juan Zepeda, quedando ella en un limbo político y prácticamente sin posibilidades de cumplir su sueño: ser candidata a la jefatura de Gobierno de la CDMX en 2018.
La aún líder del PRD está viviendo horas extras como dirigente del sol azteca, pues hace semanas venció el plazo para que el INE organizara el relevo en la dirigencia nacional y si de por sí quedó tocada con el escándalo mediático sobre su departamento en Miami, Florida, ahora, con cero logros electorales en su haber, anuló su aspiración anhelada.
Y es que también se le frustró su bloque anhelado con el PAN, de Ricardo Anaya, con el cual pretendía lograr el apoyo de ese partido para conseguir la candidatura, en una alianza, pues no consultó a las tribus y éstas salieron de inmediato a reventar cualquier posibilidad de coalición.
Por eso, su único camino es cabildear para ser jefa de Gobierno interina, a partir de septiembre, cuando el actual mandatario, Miguel Mancera, pida licencia al cargo para buscar la candidatura presidencial.
Sería la única forma en que Barrales pueda llegar a la jefatura de gobierno, como interina. Es decir, para cerrar la administración y cumplir su sueño de ser jefa de Gobierno.
Escasos meses que, sin embargo, podría capitalizar como en su momento lo hizo Rosario Robles.
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EN EL VISOR: Aprovecha AMLO la novatez y ambición política del líder panista Ricardo Anaya para hacer ver que es éste y no él quien ahora hace marchas y bloqueos contra los resultados electorales. Ahí está el caso de Coahuila, donde el dueño de Morena ni siquiera se asomó a la marcha del martes.
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