Los anayistas en el PAN tienen un plan para asegurar la candidatura presidencial de su líder Ricardo Anaya: diferir las precandidaturas hasta enero de 2018, entre los días 10 y 20, y no en noviembre de este año como se tiene contemplado.
Esos dos meses daría a los anayistas mayor margen de maniobra para operar y fortalecer su estructura con redes y aliados en todos los estados.
Al estilo House of cards el joven maravilla buscaría desde la silla de presidente del PAN negociar con aspirantes a candidatos a presidentes municipales, diputados y gobernadores, las candidaturas a cambio de que terminen dando todo su apoyo a Ricardo Anaya para sacar del camino de una vez por todas a Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y al nuevo bloque de Luis Ernesto Derbez, Ernesto Ruffo y Juan Carlos Romero Hicks.
El proyecto puesto en la mesa para que el consejo nacional lo saque adelante avivaría, lo saben los anayistas, un escándalo, pero están dispuestos a enfrentar la situación porque son mayoría y pueden mover la fecha a su conveniencia y manejar la narrativa más conveniente.
El martes Zavala pidió lo contrario: que se adelante la fecha del proceso y que Anaya defina si buscará o no la candidatura a la Presidencia de la República. La esposa de Felipe Calderón sabe que conforme pasen las semanas su desventaja se hace más grande.
Quienes se unieron a esa petición como Luis Felipe Bravo Mena, Ernesto Cordero y Ulises Ramírez argumentaron en su momento que la ampliación del plazo para definir la candidatura en el Estado de México fue la causa principal que perjudicó a Josefina Vázquez Mota, quien acabó en un vergonzoso cuarto lugar y con menos votos en la historia del panismo mexiquense. Pero en el plan nacional están seguros que el escenario sería otro.
Las fuentes, dignas de toda credibilidad, añadieron a la historia de Anaya que a éste se le ve fascinado y con una sonrisa estilo Underwood tras la desgracia sufrida por Vázquez Mota en las elecciones del domingo, porque se trata de una jugada premeditada y machista que en vez de debilitarlo lo hace más fuerte: “la derrota de Josefina es un mensaje claro y contundente para las bases panistas de que una mujer no conviene de candidata en el partido”. Y Josefina es la segunda vez que la vive en carne propia.
El capital con el que Anaya se dispone a aplazar la jugada para su beneficio –está valorada legalmente por que la ley impide tiempos mínimos no máximos– es el siguiente:
500 diputaciones federales, 128 senadurías, 9 gobernadores (incluyendo al de CDMX), 984 diputados locales, 1, 598 ayuntamientos, 16 alcaldías en CDMX, 24 juntas municipales en Campeche y 67 Síndicos en Chihuahua.
Un total de 3 mil 327 cargos que Anaya negociaría y en la que ve amarrada su candidatura Presidencial.
UPPERCUT: Sin partido, sin diputación, sin fuero, sin hermano, con mucho rencor social y un expediente abierto en EU Humberto Moreira se hunde.
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