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Noticias ultramarinas

OPINIÓN

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El Gran Circo se traslada este fin de semana a América, ya que el próximo domingo se disputará la séptima fecha del campeonato en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal. Y en estos días de ajetreo logístico, varias noticias han surgido alrededor de distintos pilotos, lo que sin duda aumenta el grado de expectación de todo cuanto ocurre en la Fórmula 1. Por lo pronto, Fernando Alonso ha dicho que será hasta el mes de septiembre cuando tomará una decisión al res- pecto de su futuro. Quizá se trata de una estrategia que pre-tende reducir la presión dentro de McLaren, que sigue implorando a Honda que resuelva los problemas de la unidad de potencia del MCL32, la condición para que el asturiano renueve su contrato. Pero dicho cometido tampoco se antoja fácil, más aún si Ferrari o Mercedes llaman a Alonso, y también porque su reciente incursión en las 500 Millas de Indianápolis supone nuevos horizontes en una categoría a la que llegó con vitola de figura y de inmediato se colocó en el centro de las miradas. Fue una “probadita” muy enriquecedora y beneficiosa para ambas partes. La polémica desatada por Lewis Hamilton, con unas desafortunadas declaraciones, y la consiguiente reacción de algunos pilotos de IndyCar, ha sido otro tema de conversación que aumenta la resonancia mediática que tuvo la participación de Alonso en el óvalo norteamericano. Y aunque cada quien tendrá su opinión sobre este asunto, no existe ningún pun-to de comparación entre las dos categorías, simplemente porque están basadas en conceptos de carrera diferentes. Así lo ha podido constatar Esteban Gutiérrez, que hace un par de días corrió en Detroit en sustitución del francés Sébastien Bourdais, que se lesionó en un terrible accidente en las pruebas clasificatorias de Indianápolis. El piloto de Monterrey pasó de puntillas en esta primera toma de contacto con la IndyCar y su permanencia en Estados Unidos todavía es incierta luego de decir adiós a la temporada de Fórmula E, en la que corrió tres grandes premios con Techeetah: México, París y Mónaco. Y mientras estas y otras noticias cruzan el Océano Atlántico de ida y vuelta, la atención se centra en Mercedes, y saber si será capaz de acercarse a Ferrari en el campeonato de constructores, en el que se encuentra 17 puntos abajo. Un triunfo en Canadá significaría elevar el nivel de rivalidad entre las dos escuderías. Los de Woking no han descansado para afinar al W08 luego de los problemas suscitados en las dos últimas carreras. Está claro que Mercedes no debe dejar pasar la oportunidad de colocar en el podio a sus dos pilotos en un circuito donde su motor podría ser el punto de inflexión para conseguir una importante victoria.   Columna anterior: El mal fario