“Uno se defiende cuando se dispone de medios suficientes, y ataca cuando se dispone de medios más suficientes”, Sun Tzu
A unas horas de que se conozca el rumbo de las negociaciones entre México y Estados Unidos en el comercio de azúcar los reflectores apuntan al negocio de la fructosa.
A pesar que sigue abierto el diálogo entre Ildefonso Guajardo y Wilbur Ross, no se ha movido ni un ápice la postura de los industriales estadounidenses de dar preferencia a la importación de azúcar mexicana standard para que sea refinada al otro lado del río Bravo, y de paso imponer un gravamen al azúcar refinada mexicana.
El camino es responder con medidas espejo siendo el jarabe de maíz el que podría sufrir el cobro de aranceles por parte de México.
Esa es la postura de funcionarios valientes y nacionalistas, como el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Calzada Rovirosa, quien ha reiterado que exportar azúcar refinada debe ser el objetivo de México, y existen elementos para defender a los productores mexicanos de caña y azúcar.
Y bueno, en una carambola de tres bandas ante la intransigencia de los azucareros estadounidenses, ha trascendido que el gigante de los refrescos Coca-Cola y comercializadoras de alimentos como Archer Danields Midland (AMD) y Cargill cabildean en Washington para llegar a un acuerdo que no lesione a México porque un arancel a la fructosa los sacaría del mercado.
En el caso de Coca-Cola tal escenario elevaría los precios de refrescos, jugos y otras bebidas que tienen como edulcorante el jarabe de maíz.
México importa de Estados Unidos fructosa por 967 mil toneladas y a cambio envía un millón 111 mil toneladas de azúcar, por lo que tiene margen para negociar, pero queda claro también que el gobierno de Donald Trump como antesala de la revisión del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica va a querer presionar, amén que se sabe que los industriales del azúcar estadounidenses apoyaron su llegada a la Casa Blanca.
La ruta del dinero
La elección para gobernador en el Estado de México se siguió con atención por manejadores de fondos extranjeros lo que se reflejó la noche del domingo en las operaciones del peso en el mercado de Asia. Si bien los comicios mexiquenses no imprimieron la volatilidad del Brexit o lo que trajo las elecciones de Estados Unidos en 2016, cuando los primeros reportes daban ventaja a Delfina Gómez el dólar interbancario llegó a tocar los 18.81 pesos luego de un previo de 18.60 del viernes pasado. Cuando las cosas cambiaron y los conteos rápidos pusieron en primer lugar a Alfredo del Mazo el dólar bajo hacia la medianoche a 18.53 pesos. Al confirmarse que la ventaja del priista se ha ampliado, el dólar al mayoreo cerró este lunes en 18.36 pesos. Sin duda en las elecciones de 2018 los inversionistas extranjeros estarán presentes.
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