El emprendimiento social, aquellas empresas que más allá de generar riqueza se preocupan por el bienestar de la sociedad, aquellos emprendedores que se han ocupado de mejorar el medio ambiente, con el propósito de atender a sectores vulnerables mejorando su calidad de vida en salud, vivienda, educación, etc. Tal es el caso de SalaUno, una empresa que tiene por objeto ayudar a prevenir la ceguera en México mediante sus clínicas y centros privados haciendo uso de la innovación en tratamientos quirúrgicos, equipos con tecnología de punta y el uso de las economías de escala que permiten ofrecer en estos centros un servicio de calidad y bajo costo.
Javier Okhuysen Urrutia y Carlos Orellana Aguilar son los ingenieros fundadores de SalaUNO quienes sin conocer nada de medicina ni mucho menos Oftalmología, y haciendo uso de su capacidad disruptiva, han desarrollado el complejo más próspero de atención a problemas de visión en la población mexicana. La fórmula de su éxito a decir de los creadores es romper 3 barreras: la geográfica, llegando a los pacientes a través de campañas y no esperar que ellos visiten las clínicas; la barrera de la desinformación, dando a conocer al paciente que muchas de las patologías en los ojos son curables o remediables, y finalmente la barrera del costo, empleando economía de escala y la tecnología digital, se puede reducir costos de hasta el 40% con respecto a los costos de los competidores.
Hoy en día SalaUno ofrece servicios de cirugía de cataratas de bajo costo y atención a problemas diversos de la vista en la población mexicana de bajos ingresos. En México la necesidad de atención solo en problemas de cataratas es de 3 millones de pacientes por año, de los cuales solo se atiende al 30%, es así que, SalaUno cuenta ya con 9 clínicas operando y un hospital en proyecto para dar atención a esta problemática. Esta empresa se ha posicionado entre las cuatro empresas que más problemas de visión atiende por mes en de la Ciudad de México.
Para los mexicanos las cataratas son causales del 45% de casos de ceguera, cada año se agregan entre 50 y 60 mil nuevos casos, lo cual hace de SalaUno una empresa social necesaria. Su capacidad de crecimiento es importante sin embargo la demanda en atención oftálmica es mayor, razón por la que Javier Okuysen y Carlos Orellana no se conforman con lo logrado hasta el momento, ni el Premio Nacional del Emprendedor 2014, ni el premio WEF de Emprendedores Sociales 2015 que otorga la Fundación Schwab detiene los planes de expansión de SalaUno.
Así como Javier y Carlos tu puedes ser ese emprendedor que cambie para siempre la historia de tu colonia o de la humanidad, anímate, el momento de emprender es ahora!!!
Si quieres conocer más sobre Sala Uno o de temas de emprendimiento disruptivo, innovación y mas sígueme en mi página de FB Marisol Rumayor
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