Histórica oportunidad tiene el Presidente Enrique Peña Nieto para transformar al Partido Revolucionario Institucional de proyectar ser una camarilla de ambiciones y de ambiciosos sin fondo, a un instituto político donde la militancia tiene el mayor peso en las decisiones de la cúpula. Incluida la designación del candidato presidencial para el 2018.
Peña, de acuerdo con priistas enterados, se niega rotundamente a realizar una consulta a las bases del partido para seleccionar al candidato presidencial y parece más convencido del dedazo, la ruta tradicional que ha hecho al PRI un partido que cada elección acumula más derrotas electorales.
En 1997 perdió la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados, en 2000 y 2006 perdió la Presidencia de la República ante el PAN, en 2012 recuperó la Presidencia, pero fue perdiendo gubernaturas: en 2016 Acción Nacional le arrebató seis gobiernos, con lo que ahora tiene gobernadores en 11 de las 32 entidades y dejó el tricolor sólo con 15 estados (ahora 14 porque perdió Nayarit).
Además, actualmente el partido de Peña es gobierno sólo en 850 de los dos mil 446 municipios del país, tiene apenas 207 de los 500 diputados federales y 55 de los 128 senadores. Es decir, de los carros completos apenas quedan las ruedas.
Todos esto, por los escándalos de corrupción en los que se han visto envueltos los gobernadores del PRI designados por las cúpulas (Borge, Medina y los Duarte, por ejemplo), y el mismo Enrique Peña, por el caso de la Casa Blanca.
No es momento para que el Presidente, como estadista que es, se monte en su macho y haga oídos sordos a los reclamos de 89 priistas, encabezados por la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, para que el próximo candidato presidencial sea producto de una consulta a la militancia.
Porque con el método actual, el PRI ya tiene perdida la Presidencia en 2018. Y sólo un giro en la idea sucesoria del Presidente Peña, podría darle una esperanza. Se sabrá en agosto.
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Revés a la plataforma de video Roku, asestó el Décimo Segundo Tribunal Colegiado Federal en materia civil, al suspender–de manera unánime- la venta de esta aplicación usada por hackers para el robo de contenidos audiovisuales, tal como han reconocido sus directivos.
Y es que Roku presenta vulnerabilidades en su sistema operativo, lo que ha provocado que una red delictiva se haya apropiado de ésta para distribuir contenidos ilegales. De esto ya había alertado la empresa Cablevisión que consiguió a inicios de la semana pasada que un juez suspendiera su comercialización en tiendas comerciales, aunque esta medida fue levantada el viernes pasado.
Ahora, con la nueva determinación, Roku está obligada a mejorar sus medidas de seguridad para romper con esa cadena de ilegalidad.
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EN EL VISOR: Si de algo tiene que estar seguro el PAN es de que en 2018, nuevamente, el expresidente Vicente Fox no apoyará al candidato de ese partido porque, como dijo a El Heraldo de México, ni Margarita Zavala ni Ricardo Anaya, los dos con más posibilidades, podrían siquiera administrar “una tiendita” de abarrotes.
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