El sello de ambos está en la idea. Los dos han ido tejiendo un escenario que les permite avanzar en sus aspiraciones presidenciales sorteando, primero, las resistencias internas, para después convertirse en candidatos. Sí, los dos también.
Si en el PAN Anaya ha tomado el control casi absoluto del partido, y con la intentona de una alianza con el PRD ha logrado colocar un dique difícil de sortear para Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, en el PRD, lo anunciado el pasado fin de semana, entorno a la idea de construir un Frente, le pavimenta el camino de la aspiración a Mancera, quien avanza sin sobresaltos.
Anaya sabe que es el único que puede sentarse en la mesa amarilla. En el sol azteca la posibilidad de abanderar a Margarita Zavala o Rafael Moreno Valle no caminará. La exprimera dama es vista como una extensión de su esposo, Felipe Calderón quien, para no pocas tribus perredistas se “robó la presidencia”. Y ni qué decir las resistencias que una eventual candidatura de Zavala encontraría en otros partidos a quienes buscarán convencer de subirse en una potencial alianza, como Movimiento Ciudadano. Con el exgobernador de Puebla pasa algo similar. Le tienen desconfianza. No en balde no logró cristalizar, el año pasado, la coalición entre el sol azteca y el PAN en su estado. Si no pudo ahí, imposible que lo consiga a nivel nacional.
Mancera, por su parte, aprovechó –y generó- la coyuntura y, no solo luce como amo y señor del PRD, sino que ha sido capaz de imponer su agenda y tiempos. El Jefe de Gobierno controla el partido aún sin estar afiliado, a través de Alejandra Barrales, a quien llevó a la dirigencia, y mantiene un estrecho vínculo con otras fuerzas, como Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, que lo ve como opción en la construcción del Cuarto Polo. Sus rivales, Silvano Aureoles y Graco Ramírez, lucen muy rezagados.
Pero con el PRD no basta. Por eso apuesta más que a una alianza electoral, a la construcción de una plataforma replicando el modelo de vinculación con diversos sectores –como lo hizo en la conformación del grupo redactor y asesor de la Constituyente- pero sin alejarse del partido que le prestaría el membrete.
Anaya y Mancera se han reunido a solas al menos un par de veces. Entre ambos la relación no es mala y la estrategia que se opera desde las dirigencias nacionales del PRD y PAN parece tener el sello de ambos. Por ahora, uno le funciona al otro para sortear los obstáculos internos. Pero llegado el momento de las definiciones, se encontrarán cara a cara y, entonces, difícilmente alguno cederá. Los dos quieren estar en la boleta y saben que el momento es ahora o no será. Si la jugada les sale como la proyectan, ambos se encontrarían en la elección presidencial de 2018. Veremos.
-Off the record
El Jefe de Gobierno ya tiene la fecha clara: se separará del cargo a finales de octubre… Por cierto, sobre quién se quedará como sustituto en el cargo, parece haber tomado la decisión. Es alguien que ya integra su gabinete y no, no es la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado.
Columna anterior: 12 corruptos días
Mancera y Anaya, los ganones de un Frente PRD-PAN
El jefe de Gobierno capitalino y el presidente del Partido Acción Nacional se han reunido a solas al menos un par de veces