En menos de seis meses la planta baja del edificio H. del Palacio Legislativo de San La?zaro, donde el PRI tiene sus oficinas, esta? siendo retocada otra vez. Teni?a pisos nuevos e iluminacio?n con leds que funcionaban aparentemente bien. Pero llegaron los trabajadores de la construccio?n hasta dejar en cascaro?n las oficinas de comunicacio?n social y algunas de legisladores del grupo cercano a Ce?sar Camacho, jefe de la bancada del grupo.
Nadie en el PRI quiso aclarar de manera oficial los motivos de la remodelacio?n y la ampliacio?n. Esta actitud ya habi?a desatado un debate sobre el modo sigiloso en que se hacen estas obras. “Se debe justificar la millonaria remodelacio?n de las oficinas de los diputados”, exigio? Clemente Castan?eda, coordinador de Movimiento Ciudadano.
Mirza Flores, integrante del Comite? de Administracio?n –o?rgano que maneja los recursos– me contesto? ayer que no tiene idea de que? partida el PRI este? sacando esos recursos para la nueva remodelacio?n.
“La fraccio?n de ese partido lo tendra? que responder, yo no puedo decir de do?nde”.
Un legislador del PRI me dijo, a reserva de no mencionar su nombre, que el monto de las obras que se esta?n haciendo de nuevo es por cerca de 9 millones de pesos y que en la bancada sospechan de las licitaciones porque ni los legisladores de ese partido conocen que? firma lleva a cabo las obras.
Ya en la Legislatura anterior, en la que coordino? Manlio Fabio Beltrones, agrego? el legislador, tambie?n hubo serios problemas porque se gastaron 62 millones de pesos en remodelaciones en los diferentes edificios que sufrieron fisuras, desprendimientos, humedad, salitres y otros dan?os que tuvieron que ser reparados.
Se sabe que las nuevas obras del PRI deben entregarse en la primera semana de julio. Lo que ma?s urge, sin embargo, es transparencia en el Congreso porque es candil de la calle y oscuridad de su casa.
KO: ¿Que? le diri?a el sen?or Presidente? Tras su visita a Guatemala, Javier Duarte se dejo? ver ayer hipster y sonriente.