“Lo que es un hecho, es que a cuenta gotas, pero el futbol empieza a dejar de ser primitivo y rudimentario.”
Luego de años de negación, de largas, y de “no vamos a quitarle el lado humano a nuestro deporte”, la FIFA ha decidido dar pasos hacia adelante en pos de la justicia, aunque para ello deba pagar el precio del noviciado, y de décadas de permanecer estática.
La primera inquietud por instalar algún tipo de tecnología debió haberse presentado hace medio siglo tras la final del mundial de 1966 entre la anfitriona Inglaterra y Alemania, que se definió con un gol del británico Geoffrey Hurst. Hasta la fecha aún no se puede determinar con absoluta precisión, si ese balón cruzó completamente, o no, la línea de meta.
Pero el asunto se dejó por la paz, y con el paso de los años, la repetición instantánea, en diversas modalidades, llegó poco a poco al béisbol, el futbol americano, el tenis, carreras de autos, basquetbol, esgrima, hockey sobre pasto y hielo, rugby, cricket y hasta el rodeo. Sin embargo el futbol, por conducto de sus dirigentes, daba la impresión de estar por encima de todos los demás, incluyendo a sus aficionados que clamaban justicia cuando su equipo se veía perjudicado, por el simple hecho de ser el deporte más popular del planeta. Los FIFOS y quienes tienen a su cargo las reglas, International Board, habían construido un dique a su alrededor, señalando que el error también forma parte del juego.
Curiosamente fue nuevamente en un mundial, Sudáfrica 2010, y en otro duelo Inglaterra-Alemania, cuando las grietas del dique fueron demasiadas como para ignorarlas. Esta vez el equipo de la Rosa fue el perjudicado al no darle por bueno un gol a Frank Lampard, cuando el balón cruzó la línea de gol por medio metro luego de impactar con el travesaño. Pese a las negativas iniciales del ahora tristemente célebre Joseph Blatter, la tecnología de la línea de meta fue aprobada en el 2012 y empleada en el mundial de Brasil 2014.
Ahora ha llegado el VAR, Video Assistant Referees, usado en la Copa Confederaciones de Rusia de manera experimental, camino a implementarlo en el mundial del año próximo. Se consulta en 4 casos: goles, penales, expulsiones y confusión de identidad. Su utilización ha sido un tema polémico: mientras que para los puristas es blasfemia, indiscutiblemente es útil, sólo que los árbitros, por su falta de instrucción han dado paso a la confusión, la incompetencia, y la subjetividad, lo que se ha traducido en algunas decisiones incorrectas, y en pérdida de tiempo.
Es un sistema perfectible, como lo fue en otros deportes, y que quizás deba delimitarse, como en la NFL, con un número de desafíos para cada entrenador. Lo que es un hecho, es que a cuenta gotas, pero el futbol empieza a dejar de ser primitivo y rudimentario.
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