Handicap Presidencial 2018/José Luis Camacho Acevedo
1.- LOS AÑOS FELICES
Con la existencia de un partido hegemónico designar candidato presidencial
equivalía a nombrar al nuevo Tlatoani.
En los tiempos en que los partidos políticos se han convertido en negocios, desde los años 90 a la fecha, la preponderancia se convirtió en ambición y ahora es una disputa por la presidencia, ya transformada en una la franquicia más rentable para hacer negocios y olvidando su móvil original de trabajar por el pueblo.
Por esa razón MORENA, el PAN y el PRI pelean como perros Los Pinos, para hacer realidad la frase de los setenta de cada sexenio, que era una de las creaciones de una “comalada” de millonarios.
Desde Miguel Alemán hasta la fecha no se conoce a un expresidente de la República que sea pobre.
2.- LAS CUADRAS PELEAN
El estatuto de la disciplina en los partidos políticos es ya una cosa del pasado.
Apenas el jueves pasado, el PAN tuvo una encerrona en la que Cerillo conservó
la presidencia del partido pero hay fuertes presagios de que no será, candidato presidencial.
En el PRI una fantasmal corriente puso contra la pared a la antaño poderosa
dirigencia.
Yucateca se montó en el numerito de esa corriente y trató de ganar espacios
mediáticos para obtener la nominación.
Y aprovechando el revuelo, metieron el nombre de Plutarco, que en el mundo
lo hacen.
Y se mencionaron como los prospectos más competitivos a Galeno, Viajero y
Escolar.
A Plural insisten en remitirlo al Banco de México y sus fans se desconciertan.
Oriental prácticamente lo están ubicando por las broncas de inseguridad, lo ponen en la orilla del precipicio, y Poderoso no salió bien liberado de la cumbre de Cancún y bajó en la tabla de calificación.
Los Amarillos están en las mismas. Chilango en punta y Tarasco diciendo que
pelea pero que se disciplina a favor de Chilango.
LOS LIBRES ANDAN EN ALTA MAR
No dan color ni Locochón, que es el más conocido, ni el Exbronco, que un día amanece en Nuevo León y otra en una pradera desconocida.
No hay más. Hasta la próxima.